Capítulo Ocho

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La alarma interna de Soonyoung se disparó un rato antes del amanecer. Al abrir los ojos, se dio cuenta que su posición había cambiado durante la noche, así que ahora estaba acostado sobre su espalda con Seokmin presionado contra su lado. Una de sus manos descansaba en medio de sus piernas, e incluso a través de la ropa interior, el tacto de sus dedos lo estremecía. Qué extraño. Qué inapropiado. Odiaba el comportamiento de Soohyuk con Amy, y ahora se preguntaba cómo sería hacer el amor con Seokmin.

Hipócrita. Por otra parte, su relación con Soohyuk probablemente no sobreviviría a este fin de semana, se dio cuenta con profundo dolor. Sin embargo, salir de esta cama sería una idea inteligente. Con mucha precaución, movió la mano de Seokmin y comenzó a deslizarse pulgadas por debajo de su brazo.

—Estoy despierto, pequeño, así que todas esas maniobras no son necesarias —su mano se deslizó entre sus piernas nuevamente, esta vez metiendo la mano en su ropa interior. Ante la rugosa caricia de sus dedos, su polla se endureció, y un pico de excitación disparó en todo su cuerpo.

—Bueno, ahora —murmuró, con su mano rodeando su polla.

—Escucha, no quiero...

—No, tu problema es lo que tú quieres —Seokmin rodó, y su peso lo aplanó sobre la cama. Oh. Se sentía increíblemente bien. Podía sentir su excitación. Presionando suavemente para abrirle las piernas, ubicó sus caderas entre sus muslos.

—Seokmin, no —susurró. Soonyoung empujó contra un pecho tan sólido como una roca, e igualmente inamovible.

—Soon, sí. Me debes un beso de buenos días al menos —añadió con una falsa voz severa—. Te salvé la vida, ya sabes. Bien podrías haber muerto allí afuera.

Las líneas resplandecían de las esquinas de ojos, arrugándose cuando Soonyoung lo miraba. Su erección presionaba contra la propia, la única barrera era su ropa interior. Cuando Soonyoung extendió las manos sobre su pecho, no podía disimular los duros músculos como piedras debajo.

Al igual que antes, presionarse contra su enorme cuerpo, lo hacía sentirse pequeño y fragil y muy tentado.

—¿Un beso? No más.

—Es un comienzo —inclinó la cabeza hacia la curva donde su cuello se encontraba con su hombro.

Con sus manos apretó sus anchos hombros, y Soonyoung no sabía si empujarlo más cerca o más lejos. No debería hacer esto.

Seokmin resolvió el problema moviéndose a su boca, retumbando una risa cuando Soonyoung la mantuvo cerrada. Un fuerte mordisco sobre su labio inferior lo hizo gritar por el asombro, y su lengua se zambulló adentro. Su beso era habilidoso y experimentado... y abrumador.

El exigente empuje de su lengua lo hacía pensar en otros lugares donde podría estar empujando. Cada vez que se movía, sus miembros chocaban, cada toque era como una chispa de sensación. Soonyoung apretó sus dedos sobre sus hombros mientras trataba de encontrar su deteriorado equilibrio.

Los dedos de Seokmin acariciaron un pezón. Cuando él succionaba su lengua dentro de su boca, un dolor de necesidad ardía a través de su cuerpo. Lenta, minuciosamente, lo besó sin límites, y en el momento en que él levantó la cabeza, Soonyoung tenía los dedos enterrados en su grueso cabello.

Sosteniéndose sobre un codo, acarició su abdomen.

—Cuando te quité la camisa ayer tuve problemas para mantenerme lejos —murmuró. Sus dedos haciendo círculos sobre el pezón y luego haciendo rodar el pico. Sus ojos fijos en su cara, aumentó la presión hasta que las chispas dispararon directo a su polla, y su mitad inferior se volvió líquida. Luego se trasladó al otro pezón.

鸡 ㅤׄ ㅤ El amo del placerㅤ :ㅤ SeokSoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora