Final

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Sin decir una palabra, Jisoo se alejó, se acercó hasta Seokmin, dejándolo colgando de las cadenas. Soonyoung tiró de los puños, y la boca del estómago se retorció. Seokmin estaba aquí. La oleada de placer se atenuó ante la embestida de preguntas. ¿Qué pensaría al verlo así? ¿Al verlo con Jisoo?

Y luego recordó que Dark Heaven era un popular club de BDSM. No había venido aquí para verlo. Cuando su esperanza murió, se hundió en las cadenas. Trató de apartar la mirada de Seokmin, y aún sabiendo la verdad, no podía hacerlo.

—Míralo —dijo Jisoo—. Soonyoung quería gritar por ti tan desesperadamente que casi se asfixia por eso.

Seokmin sofocó la furia porque su pequeño rebelde había permitido que alguien más lo tocara.

—No esperaba encontrarlo cazando a alguien para compañía —gruñó.

Jisoo le golpeó la espalda a la ligera.

—En realidad, está tratando de descubrir si su cabeza-sobre-los-talones reacciona a ti simplemente porque le gusta el estilo de vida. Quería ver si puede excitarse con cualquier Dom.

—Tienes que estar bromeando.

—Es verdad, querido primo. Y maldita astucia la del chico.

Los ojos de Seokmin se estrecharon.

—Te das cuenta de que si te las arreglaste para excitarlo, voy a rasgar tus garganta.

—Que suerte para mí que Soonyoung no estuviera interesado, entonces —dijo Jisoo a la ligera.

Suerte para los dos. Había visto a Jisoo encargarse de un borracho que doblaba su tamaño, y en menos de un minuto, el hombre aterrizó en el suelo con una fractura de mandíbula y varias costillas rotas.

—Soonyoung es encantador —dijo Jisoo seriamente—. Y me hubiera gustado llevarlo más lejos en el tema. Tampoco soy el único, pero él no estuvo interesado en nadie que se le acercó. Soonyoung está conmigo sólo porque soy un Dom firme, y quería estar seguro.

Seokmin asintió con la cabeza al sitio con la cadena y enarcó las cejas.

—Le pregunté si quería probar algunos de los aparatos, mientras estuviera aquí —Jisoo sonrió—. Me perdonarás si disfruté completamente de su reacción al verse amarrado en público por primera vez.

El último vestigio de rabia retrocedió de las venas de Seokmin. Tomó una respiración determinante y luego se volvió para poder ver a su sumiso y a Jisoo al mismo tiempo.

—Por su bien, me alegro de que te encontrara a ti —frunció el ceño a Jisoo, que lucía como un jodido modelo, maldición—. Por mi bien, hubiese preferido que hubiera escogido a algún inútil lleno de granos en lugar de mi muy querido primo, uno de los más populares Doms de Dark Heaven.

Jisoo sonrió.

—Voy a retirarme en este punto antes de que fractures tu mano contra mi cara.

—Te lo agradezco —Seokmin comenzó a relajarse y a disfrutar de la vista de su pequeño rebelde. Su cabello caía sobre su frente. Su cuerpo se veía precioso en el traje apretado que tenía puesto. Maldita sea, estaba magnífico, y se había puesto más duro que una roca por verlo en las cadenas.

Cuando su mirada volvió a la cara de Soonyoung, frunció el ceño. Sus ojos estaban todavía fijos en él, pero la aturdida alegría se había convertido en incertidumbre, incluso en tristeza. ¿Y dolor? ¿Qué diablos le pasaba por la cabeza?

Seokmin miró a su alrededor. Jisoo había tomado una silla cercana, obviamente planeando observar por un rato.

—Jisoo, ¿qué le has dicho justo antes de que me vea? Eso suscitó una agradable terrorífica reacción.

鸡 ㅤׄ ㅤ El amo del placerㅤ :ㅤ SeokSoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora