Capítulo 2.

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"BONITAS ZAPATILLAS"

El sol se colaba por la ventana de mi habitación, ayer había olvidado cerrar las cortinas y gracias a eso me alumbraba la cara. Despegué un poco la cara de la almohada y revise la hora, las 7:45. Mierda.

Salte de la cama y me cambie lo más rápido posible, iba a llegar trade a la escuela. Mi celular empezó a sonar, era Law avisando que estaban abajo esperándome.

La cocina estaba desierta solo había un pedazo de pan y un trozo de pizza en la heladera, y por lo visto esa iba a ser mi desayuno. Abrí la puerta y localicé enseguida a mis amigos:

Law y Elise estaban parados en la acera, mientras que Juliette y Milo estaban sentados en el cordón de la calle; al verme se pararon:

-¿La mochila? -fue lo primero que dijo Milo al verme.

-¡No puede ser! -bufé y entre de nuevo a buscar aquel objeto que era obligatorio llevar.

-No te olvidas la cabeza porque la tenés pegada. -bromeo law.

-Dejala, se cayó cuando era chiquita. -esta vez habló juli, y enseguida se me colgó de los hombros.


Apliqué un poco más de fijador en mi pelo, hace un rato largo que me encontraba luchando para que ese mechón se quedara en su lugar. En ese momento abrieron la puerta de una:

-Apúrate puercoespín. -Habló mi hermano ya listo para irse.

Dejé el envase en la repisa del baño y salí en busca de una chaqueta de cuero y mi mochila. Bajé volando por las escaleras y Tom ya estaba apoyado en el marco de la puerta, mirando el movimiento que había al cruzar la calle.

Al salir de la casa, enseguida el sol me encandiló, por instinto me llevé la mano a la cara y cerré los ojos.

-Mis ojos. -protesté.

-Ni que los tuvieras celeste. -habló mi gemelo.

Empezó a caminar dejándome parado en el medio de la vereda. Levanté la vista y observé a los amigos de Daila esperándola, acto seguido salió de su casa corriendo.

Al darme cuenta que seguía parado, corrí para alcanzar a Tom que ya me llevaba media cuadra de distancia.

-Chicos. -Nos llamó Gustav que estaba sentado en la motocicleta de Georg.

Nos acercamos para entrar juntos al edificio llamado "escuela", que le quedaba mejor "cárcel". Divisamos a Georg a unos metros de donde estábamos, terminando un cigarrillo y al verlo levantó su mano en forma de saludo. Minutos más tarde,el timbre de ingreso empezó a sonar.

Los cuatro caminabamos en hilera, llegamos al aula junto al profesor que nos pidió silencio para empezar a dar su aburrida clase de filosofía. Caminé entre los banco de mis compañeros.

-Bonitas zapatillas, Daila. -Me burlé de ella, traía una de cada color. --¿Es una nueva moda? Porque no me enteré.

-Que gracioso Kaulitz. -Contestó y revoleó los ojos.

-Viste Don comedia me dicen. -Finalicé, mientras me sentaba detrás de ella.

Pase toda la clase intentado terminar una nueva canción en la que estaba trabajando, con los chicos habíamos formado una banda llamada Devilish; aunque no era el nombre definitivo y recién estabamos arrancando en este mundo musical. Era todo nuevo, pero lo básico ya lo teníamos: los instrumentos, el nombre, dos canciones hechas por nosotros. Nos faltaba terminar el disco que teníamos planeado, un manager y un productor.

Taché otra vez la palabra, había algo que no me cerraba tampoco tenía tanta inspiración.

Por suerte la mañana había pasado volando y con los chicos habíamos decidido ensayar. Si queríamos ser reconocidos; teníamos que ser buenos.

La bateria de Gustav estaba instalada en el garage de mi casa. Era nuestra sala de ensayo.

La habíamos remodelado como tal: Tenía dos grandes posters (de las bandas Pantera y Judas Priest, que eran una gran influencia en nuestras vidas) colgados en la pared, una mesa para dejar comida o alguna cosa. Además de dos amplificadores, uno para guitarra y otro para bajo; un micrófono con su soporte. Y un montón de púas por todos lados.

Dejé la hoja arriba de la mesa y miré a los chicos:

-No sé como terminar esta mierda. -Hablé de la canción.

-¿Podemos practicar las 2 canciones que tenemos terminadas y después terminamos eso? -dijo el baterista, que ya estaba ubicado en su lugar.

Todos asentimos, no quedaba de otra.

-3, 2, 1. -gritó el muchacho mientras golpeaba las baquetas.

Y empezó a escucharse el ritmo de la canción que era dirigido por Gustav y Georg, Tom esperaba ansioso a su entrada, que arrancaba luego de unos segundos de intro. La guitarra eléctrica hizo su grandiosa aparición.

-I'm staring at a broken door

There's nothing left here anymore

My room is cold, it's making me insane. -Vocalice.

Al cantar, observé, como mi hermano seguía el ritmo con el pie y no paraba de sacudir la cabeza; Georg estaba flexionando sus piernas mientras agitaba tambien su cabeza. En el fondo Gustav golpeaba con fuerza aquella bateria, dejandolo todo.

Me enfoque en mi voz, tratando de llegar a una buena entonación.

-Through the monsoon (ooh)

Just me and you (ooh)

Through the monsoon (ooh)

Just me and you. -terminé de cantar, y escuché que los chicos le daban el cierre.

-Woahh. -Gritó el rubio. -Nos lucimos muchachos.

Practicamos la ultima canción, dándolo todo otra vez; sabíamos que esto era lo nuestro. Difrutabamos tocar.

Eran un poco más de las once y media, estaba sentado frente al escritorio intentando terminar la canción. Tenía un bloqueo inspirativo. Mire por la ventana; la calle se hallaba desierta y ni un alma circulaba en ella. Observé como las luces de la casa de enfrente se pagaban.



La rivalidad que nos une. (Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora