Capítulo 18.

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  "Empezar de cero"


Nuestros padres nos recibieron muy ansiosamente y con miles de preguntas de como nos había ido en la gira; nos habían esperado con nuestra comida favorita y un par de tragos para celebrar el gran impacto que habíamos tenido últimamente en estos meses; me había puesto a pensar como la banda había llegado a una posición predominante en la industria musical, a pesar de haber arrancado en el garage de nuestra casa y mira a donde llegamos.

Cuando se hizo la hora de dormir subí a mi habitación a descansar, tire todas las cosas que estaban encima de la cama para hacerme lugar y poder recostarme; cuando me tapé y me acomodé bien, mi vista se centro en la casa que estaba enfrente. Había perdido rastro con Daila hacía casi dos eternos meses, sin entender porque de un día para otro desapareció de la faz de la tierra. Ni los chicos, ni yo nos pudimos comunicar con ella.

Ahora la tenía enfrente, pero no iba a ser fácil encontrarla, porque si me pongo a pensar antes de que pudiéramos entablar una charla en la gira, sabía que ella nunca estaba en su casa; después entendí el motivo de eso, sus padres nunca estaba y era obvio que no iba a quedarse ella en la soledad. era bastante sociable lo que le ayudaba a salir de esa casa solitaria durante todo y todos los días de la semana; rara vez me pareció ver a sus amigos ahí.

Así que llagando a una conclusión nunca iba a estar en ese lugar, por lo que tenía que dar justo con ella cuando estuviera saliendo por la puerta, pero ¿qué le iba a decir? Bueno, eso era un poco sencillo y a la vez aterrador, no sabía exactamente que, pero una idea de lo que le iba a decir tenía. Quería explicaciones, o el motivo exacto de porque me había dejado de hablar, pensé que estábamos enamorándonos; o solo eran mis sentimientos que confundían sus intenciones.

Ya era la mañana siguiente y hoy arrancaba mi plan para volver a conquistarla y ver si esta vez podía hablar y abrazar a esta chica que tanto extrañaba; se me había hecho casi imposible la distancia provocada por su desaparición, pero al ver que no podía comunicarme, decidí respetar y darle su espacio.

—¿Qué tramas? Te conozco y se que vas a hacer algo muy estúpido. —Tom, sabía exactamente mis intenciones, mi hermano gemelo sabía perfectamente que algo tramaba.

—Voy a recuperar a mi chica.

—Estas demente hermano, ¿sabes que eso no va a pasar? —se rio, era bastante directo la mayoría de veces.

—El "no" lo tengo asegurado, pero ¿y si hay un "sí"? Uno nunca sabe.

—¿Por que simplemente no te olvidas de ella? Seguro se consiguió a otro y por eso ya no te habla. Supera.

—Vas a entender esto el día que dejes de acostarte con cualquiera que se te cruza y realmente veas lo sentimientos de una persona, y no solo del lado sexual, idiota.

Me había sacado de lugar, era obvio que no entendía y mucho menos me iba a ayudar, así que a Tom no lo iba a necesitar y no lo contaba, capaz los chicos una mano me iban a dar; pero ahora yo me iba a encargar, sin ayuda de nadie.

Primero lo primero, salí de mi casa y volví a entrar cuando me di cuenta que seguía en pijama y no me había bañado, corrí escaleras arriba y me metí a la ducha, me cambie con una de mis mejores ropas y ahora si, estaba afuera de mi hogar. Observé como se encontraba la vivienda de mis vecinos, no había rastros de los dos autos de los padres, por lo que significaba que no estaban y que seguramente la chica tampoco, pero no perdía nada en intentarlo. Cruce la calle y golpee fuerte la puerta, silencio era lo único que se escuchaba, toque de nuevo la madera y otra vez sin respuestas, volví a mi casa. Claramente hoy y ahora no era el momento quizás más tarde.

Y permanecí en mi habitación todo el día, mirando por la ventana para ver si había rastros de la guitarrista que tanto anhelaba ver; pero una vez más no había señales de ella.

Había pasado ya una semana y no lograba dar con el objetivo. Con los chicos decidimos que íbamos a terminar nuestros estudios de manera virtual, por cuestión de comodidad y por temas de las faltas, porque teníamos asuntos que atender durante las semana.

Mientras tomaba mis clases vi salir a la muchacha camino a la casa de Law, era obvio que se dirigía para ahí, a la noche iba a poder hablar con ella; de tanto pensar en eso no presté atención a la clase. Cuando finalizó, ya casi eran las siete de la tarde así que decidí cocinar algo para matar el tiempo que se me estaba haciendo eterno.

Camine unos pasos afuera de mi casa y me senté debajo del árbol a esperarla, a lo lejos pude verla y cruce la calle para quedarnos frente a frente.

—Daila.

—¿Qué queres?

Esa respuesta no era la que quería, esperaba una abrazo o un ¿Te extrañe?

—Daila, quiero hablar, por favor.

—Tengo cosas que hacer, Bill. —y siguió caminando.

—Por favor, necesito hablar con vos y te dejare en paz. Solo hablemos.

Después de pensarlo un poco accedió y fuimos a mi casa a hablar, prepare unos cafés y subimos a mi habitación; ya que todos dormían. Una vez que nos ubicamos, tome aire y encaré la situación:

—¿Quiero saber el motivo de porque dejamos de hablar?

—Pensé que estaba más que claro.

—Pues no lo esta, no sé porque dejamos de hablar.

—Estuviste con la modelo y te da la cara para decir que no sabes, habiéndote cagado en lo que teníamos y en lo que yo sentía. —Sus ojos se llenaron de lágrimas notorias.

—Daila, la modelo es mi prima. No hubo nada entre nosotros, somos familia. Vos sos la única que me importa y quiero en mi vida, por eso hace desde que dejamos de hablar que estoy intentando localizarte para saber si estabas bien, respete tu espacio, pero te necesito en mi vida; la cambiaste de un momento para otro, la cambiaste para bien y quiero seguir estando a tu lado, compartiendo momentos juntos, como los pasamos en la gira. Desde ese momento me di cuenta que odio no era lo que sentía, siempre sentí atracción hacia vos, Daila. Pero fui un cobarde y nunca te lo dije. Disculpa si fue un mal entendido, pero dame la oportunidad de demostrarte lo que soy capaz de hacer por tenerte a mi lado.

–Bill, no tenía ni idea, me deje llevar por culpa de las redes sociales y los reporteros, en vez de preguntarte a vos, es que creí que era como tu hermano, sin ofender.

Su cara había cambiado, ahora lloraba. Me acerqué y la abracé, espere ese momento hace meses y cuanto lo disfrutaba.

—No me compares con él. Dejáme demostrarte que no somos iguales. Voy a conquistarte y hacerte feliz, no hay otra mujer que sea como vos, las demás no te llegan ni al talón, quiero compartir mi vida con vos Daila.

—Bill, entiendo tus sentimientos y quiero decirte que son correspondidos, pero necesito mi espacio y mi tiempo para pensar en que lo que sucedió fue solo idea mía y te pido unas disculpas por desaparecer sin dejar rastros.

—Empecemos desde cero, como amigos y vayamos avanzando de apoco, sin apurar nada. Si es necesario te espero mil años, eso dalo por hecho.

Sus brazos me rodearon nuevamente, luego de un rato se fue a su casa. A partir de hoy, iba a conquistar a la guitarrista de Stop Demential. 


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HOLAAAAAA, volví. ¿Qué les pareció? 


Bill es el hombre que todas queremos en nuestras vidas. 

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Att: Giuli, su escritora. 

La rivalidad que nos une. (Bill Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora