11. Carta de presentación, y tentación

149 26 2
                                    

Danielle.

Yo creo que si alguien me toca en estos momento, se quema del calor que emano y la furia que sale por cada poro de mi piel. He dicho muchas veces que a fuerza de voluntad no me gana nadie, pero esto no lo voy a permitir.

Trago grueso cuando la pajarraca pone un pie en mi casa y niego, moviéndome hasta ellos para...

—Ni se te ocurra —Andrew agarra mi brazo y tira de mí, hacia un lugar más tranquilo —Recuerda que es periodista, Danielle, y puede tomar cualquier escándalo como excusa para quemarte en los portales.

—Quemarle voy a quemarle yo el pelo a ella, maldita cucaracha robanovios, hija de...

—Técnicamente Sam ya no era tu novio cuando empezaron a salir, así que cálmate y canaliza la rabia. Tienes que comportarte para que ambos sientan que no te importan.

Me cruzo de brazos apretando mis labios y la observo, frunciendo mi ceño segundos después. Su ropa, la forma que tiene de peinarse, sus accesorios, la forma de maquillarse...

No quiero ser una puta loca, pero en todo parece que quiere parecerse a mí, y no sé si será cosa mía, pero hasta la forma de mover las manos las imita a la perfección.

Ladeo la cabeza sin dejar de observarla y mi manager chasquea su lengua, llamando mi atención —¿Tú no tienes una camiseta igual a esa?

Asiento, volviendo a mirar a la futura esposa de Sam —Y la misma falda.

—Lo que voy a decir no está bien, pero no le sienta igual de bien que a tí.

—Eso por supuesto.

—Aunque es bastante guapa, y tiene un cuerpo precioso.

Y es verdad, pero en estos momentos me tiene que apoyar no diciendo nada bueno de ella.

Gruño y decido que es momento de actuar. Por supuesto me mantendré en mi sitio, pero voy a hacer lo que venía haciendo hasta ahora, jugar con la situación hasta intentar llevar a Sam a la locura.

Aclaro mi garganta cuando estoy cerca de ellos y pongo la mejor de mis sonrisas, oyendo un poco la conversación cuando aún no se dan cuenta de que estoy aquí.

—No es gracioso.

—Solo quería darte una sorpresa.

—¿Viniendo a casa de mi ex novia? —Sam niega —Vanessa, no.

—Eres tú el que ni siquiera deberías estar aquí y no te digo nada.

¿¡Perdona!?

—Los Dawson son mi familia, Jaden como mi hermano, y las gemelas...—coge aire —Más de lo mismo.

—No, no es lo mismo, a una te la tirabas.

—¡Era mi novia!

—¡Es a tí a quien le ha importado que esté aquí, a mi me da igual, yo solo quería sorprenderte!

Vale, es suficiente.

Doy un paso más llamando la atención de las dos personas que tengo frente a mí y no sé cómo no se me paraliza la cara de como la estoy forzando, mientras que Samuel cierra sus ojos y Vanessa...

Bueno, Vanessa parece que no tiene problema con mi presencia porque ahora tiene una sonrisa de oreja a oreja mientras me observa.

—Chicos —ladeo mi cabeza —Menos discusiones y más copas.

Le acerco una a la novia de mi ex y esta la coge, la mar de tranquila.

—Muchas gracias, Danielle.

—No hay de qué.

ENAMÓRATE DE ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora