35. Con los pies en la tierra

180 22 1
                                    

Danielle.

—Entonces hizo el amago de darme un beso, lo aparté y me fui, pero ahora me siento fatal porque no sé que hacer.

—¿Acaso dudas de lo que tienes que hacer? —jadeo —Es obvio a quien hay que eliminar de la ecuación.

Marie se mantiene en silencio unos segundos, y eso no me gusta absolutamente nada. No entiendo porque duda si está clarísimo que Fabriccio es un cabrón.

—No dudo, es que él...

—Supera, entiende que lo que sentías por él era fanatismo, algo idealizado porque eras su fan, ahora has encontrado a alguien que te ha abierto los ojos a la realidad, y en él si que tienes que confiar.

—No conoces a Fabriccio.

—No, gracias a dios no, pero si conozco a Andrew, y que estés dudando entre él y el otro, me cabrea.

—A lo mejor si te pusieras en mi piel...

—Seria inteligente y recordaría todas las veces que el cantante de pacotilla se quiso hacer el interesante conmigo.

—Eres super cruel.

—Lo que soy es realista, y la verdad que me estás cabreando.

—Pues no entiendo porqué.

—No quiero que le hagas daño a Andrew.

—Te recuerdo que tu hermana soy yo, y que a la que no tienen que hacer daño es mí.

Por favor.

—Oye, eso es relativo, yo no te voy a aplaudir si le haces daño a Andrew. Por supuesto que te apoyaré siempre, pero no me pidas que te dé la mano si decides ahora jugar con mi mánager.

—Estás exagerando, yo no he dicho en ningún momento que lo vaya a dejar.

—Estás dudando.

—Pero pruebas en el camino nos pondrán toda la vida, solo tengo que aclararme y darme cuenta de que es lo que realmente me merece la pena.

—Tú sabrás, yo lo tendría muy claro.

—¿Ahora me vas a decir que pondrías la mano en el fuego por tu mánager? Yo tampoco me fiaría cien por cien de nadie.

Ahí tiene razón, pero yo ahora estoy en plena campaña de apoyo a Andrew, así que aquí no valen los matices.

—Claramente no, pero si me comparas a Andrew con el desgraciado de Fabriccio, pues...

Oigo a mi hermana reír y sonrío. Quiero que se venga ya para acá porque tengo muchas cosas que contarle, y aunque ya hablamos sobre lo mío con Sam, necesito una noche de películas, mascarillas y chismes varios para poner a caldo a los hombres y sentirnos mejor nosotras.

Por mucho que haya sido mi paño de lágrimas a la distancia, no es lo mismo que, que esté aquí dándome soporte, además hablaríamos de todos nuestros líos, mucho más tranquilas.

—De todas formas lo he mandado a la mierda, aunque sepa que va a seguir insistiendo.

—¿Y lo has hablado con Andrew?

—¿¡Estás loca!? No sé cómo reaccionaría.

—Él es muy maduro y comprensivo, seguro que no le importa.

—¿Y que le digo? ¿Que estoy dudando?

—Eso no, tonta —me río —Le hablaría de la situación en general, en como ha irrumpido en tu vida de repente. Tienes una relación con él, no es algo pasajero, pero acabáis de empezar, os estáis descubriendo, no pasará nada si intentáis arreglar esto juntos.

ENAMÓRATE DE ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora