17. Lo que no quería escuchar

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Danielle.

Me siento como si ya me hubiese visto todos los capítulos de una serie y necesitara la siguiente temporada para ser feliz. Y es que mi hermana no contesta a mis llamadas y necesito saber que todo ha ido bien, porque si no moriré de la ansiedad.

¿No crees que si no contesta es porque precisamente todo ha ido bien?

Hombre, teniendo en cuenta que Andrew tampoco lo coge...

Sé que soy una intensa, pero ya que el amor no está hecho para mí, me gusta observarlo desde la distancia, por eso deseo que surja algo entre ni hermana y mi manager, para así ser la espectadora más fiel que pueden tener.

Así no me duele tanto el corazón.

Bufo dejando el aparato a un lado y me levanto. Quiero más palomitas, y a Jacob ya no se las puedo pedir porque lleva una hora encerrado en el salón de spa con Nicole haciendo vete tú a saber qué.

Mi hermano ya los ha mirado mal, pero que deje al resto del mundo ser feliz.

Agarro la pala para llenar mi cubo  y Star se gira para mirarme, en los brazos del Vaquero.

—¿Todo bien? —susurra.

Frunzo mis labios, mirando de un lado al otro —Si, solo estoy rellenándome el cubo.

Asiente y sonríe, volviendo rápidamente a fijar sus ojos en la película. Tanto ella como el resto están paranoicos desde la otra noche, y ya no sé como decirles que estoy acostumbrada a las mierdas que me están pasando y que no va a ser peor de lo que ya es, así que, que se relajen, porque pienso seguir con mi vida.

Vuelvo a mi sitio y me acomodo mientras oigo los besos de Jad con mi mejor amiga, que como me descuide un poco más, acaban como los otros dos.

—Si quieres al final de la noche nos liamos tú y yo —Tony habla en un susurro y meto una palomita en mi boca, riéndome después.

—No creo que te excites mucho conmigo, pero probamos si quieres.

Él se ríe y vuelvo a mirar la peli, mientras no dejo de comer.

—¿Cuánto hace que no follas?

¿Y esa pregunta?

Miro de nuevo a Tony un poco fuera de lugar y él está tan tranquilo, esperando mi respuesta.

—Pues... —aclaro mi garganta —Desde que lo dejé con Sam.

—¿¡Un año, loca!?

Tapo su boca porque es un bocazas de cuidado —Shh, Cállate. ¿Qué quieres que haga? —pregunto en voz baja —No me ha apetecido.

—Eso tiene que cambiar.

—Déjame en paz y no empieces a idear maldades.

—Te presentaré a un par de amigos heteros que tengo en la ciudad. Son de tu estilo, así que no le harás ascos.

Bufo —Ojalá estuviese Marcus aquí, así dejabas de darme la tabarra.

—Está de viaje justo cuando estoy en la ciudad ¿no crees que es demasiada casualidad?

—Te quedas un mes, lo verás seguro.

Suspira —Eso espero.

Menos mal que el cambio de tema ha hecho que pare de querer emparejarme con todo el que se me cruza, no soporto que me intenten meter a alguien por los ojos, o que quieran hacer las cosas a su tiempo y manera cuando yo no quiero ni siquiera mirar a otro. No me apetece.

Saco mi móvil de nuevo para revisar a ver si tengo algún mensaje y veo que mi hermana me ha escrito.

Oh, por dios, ya era hora.

ENAMÓRATE DE ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora