30. Yo por tí, tú por mí

157 19 5
                                    

Danielle.

Este chico es tonto, no puedo describirlo de otra forma.

Lo conozco perfectamente como para haberme dado cuenta, de que el numerito que acaba de hacer con la novia, es una simple venganza por haber dicho yo que salgamos para poder ver a Tayler.

Lo que parece no entender Sam, es que estoy disimulando, que al único que quiero ver, es a él y en mi cama, y que aunque sea un dramático de los pies a la cabeza, hoy tengo muchas ganas de que mi sequía sexual desaparezca.

Sé que dije que iríamos despacio, pero la sangre me tira, y una no es de piedra.

—¿Quieres otra copa? —Star se acaba de rellenar la suya y asiento, tomando una respiración profunda.

—Es un gilipollas —susurro, llamando la atención de mi amiga, que bebe un buche largo de su copa de ron.

—¿Tu hermano o Sam?

La miro, encongiendome de hombros después —Los dos, pero ahora hablaba de Sam.

Star asiente —Si, Danielle, nada nuevo, mi amor.

—¿Te has dado cuenta tú también de lo que ha hecho, verdad?

—Ajá —asiente —Hasta yo he entendido que has dicho lo de tayler como excusa, pero claro...

—¿Y mi hermano...? ¿Por qué me has preguntado si decía eso por él?

—Me ha contado lo que ha pasado —suspira y me giro hacia ella —La verdad que no entiendo porque se pone así.

—¿No estás de su parte?

—Danielle, si te estás equivocando con todo esto, es únicamente tu culpa y la de Sam, Jaden no tiene porque meterse ahí.

Agradezco que mi mejor amiga me entienda, que no se posicione con jaden independientemente de que sea su novio, y que me apoye. Mi hermano mayor ni siquiera se ha interesado en saber porque estoy haciendo todo esto.

A lo mejor si se entera de la clase de persona que es Vanessa, cambia de opinión.

Suspiro, y justo cuando voy a hablar de nuevo...

—Star, nos vamos.

El rubio primogénito de mis padres aparece a nuestro lado y mi amiga frunce su ceño, no entendiendo mucho de que va este chico.

—¿Cómo que nos vamos? ¿No íbamos a salir de fiesta por ahí?

Jad suspira pesadamente —Nena, no me apetece, además mañana vamos a pasar el día con tus padres y quiero estar descansado.

—Yo también voy mañana con los tíos y voy a salir —apunto.

Mi hermano rueda sus ojos —Tú tienes más aguante que yo.

Ni me mira, desquiciandome aún más, pero no conseguirá llevarme al límite.

Echo mi pelo hacia atrás —Pues yo me voy también entonces.

Jaden mete las manos en los bolsillos, girándose hacia mí —¿Y Sam? ¿No vas a seguir con el paripé?

Uy, Jaden Dawson, creo que aunque creas que si, no conoces a tu hermana en modo vengativa.

—Me voy con vosotros, pedazo de capullo —doy un paso más  —Y como sigas con la ironía, entro en tu habitación en casa de papá y mamá y tiro hasta la última goma de borrar que guardas en tu escritorio.

Jaden me apunta con el dedo, parado frente a mí —Deja de ser una insolente.

Por favor, ¿que tiene? ¿cincuenta años?

ENAMÓRATE DE ALGUIEN MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora