él VS ella

Recuerdos

*Hace unos cuantos años, en otro continente*

En Australia, en un pequeño pueblo, en el jardin trasero de una casa.

Ahí empezó todo, yo, enana, con poquisimos años, tirada en el jardin, en un cacho de sombra que había.
Esa tarde era una tarde de mucho calor, la familia entera estaba dentro de casa y a mi me llevaron fuera, por miedo de que mi hermana me contagiase un virus que había cogido.

Me entretenía jugando con lo poco que había, unas cuantas hierbas, palos y una piedra redonda.

Intentaba montar una casita con los palos y ponerle encima la hierba a modo de tejado.

Y la piedra, la piedra servía para lanzarla lo más lejos posible, recogerla y volverla a tirar.

Ya había montado la casita, que para mi había quedado realmente preciosa, y como no tenía nada más que hacer seguí tirando la piedra y recogiendola hasta que en una de estas, al tirar la piedra escuché algo así como un pequeño quejido.

Y yo, echa toda una valiente me acerqué a ver que era, y ahí fue cuando la vi, cuando me enamoré de ella nada más verla, cuando me prometí a mi misma que la protegería y que nunca dejaría que nadie la hiciera daño alguno.

Ahí escondida entre las hierbas se encontraba una preciosa y enana cria de canguro, estaba echa una bola y temblando de miedo.

La cogí y me lleve a casa sin importarme que mi hermana me contagiara.

Todo el mundo estaba pendiente de Kate y no se dieron cuenta de que yo había entrado a casa, ni mucho menos de que llevaba una cria de canguro entre mis brazos.
Primero fui a la cocina y le preparé un biberon, pero antes de darselo llene la bañera de agua y me bañe con ella.

Puede que ese fuera el momento mas feliz de mi vida.

Nos pasamos un buen rato en el agua jugando con la espuma, tanto tiempo estuvimos que al terminar de darla el biberon ya estaba anocheciendo asi que me puse el pijama y me metí a la cama con ella entre mis brazos, como s de un peluche se tratase.

Aunque halla pasado más de una decada de eso, todavía puedo recordar los gritos que pegó mi madre cuando a la mañana siguiente me vino a despertar y se encontró con que su niña tenía entre brazos a nada mas y nada menos que una cria de canguro.