Secreto (Nazunist/Resubido/Reescribiendo)

-XIV-

El viaje estuvo repleto de un silencio incómodo, solo siendo interrumpido por intentos de conversación para nada interesantes del francés.

Estuvieron en carretera mucho tiempo, internamente URSS esperaba que realmente no hubiesen encontrado nada para poder deshacerse rápidamente de Francia y regresar a casa, está de más decir que los deseos de URSS rara vez se hacen realidad.

URSS no esperaba que Francia encontrará el lugar exacto donde había estado Reich, no confiaba especialmente en la inteligencia del francés, aunque eso demostraba que podía pensar de vez en cuando, aún así, su preocupación iba en otra dirección.

"Si Reich estaba aquí junto a su hijo, quiere decir que lo dejó aquí todo este tiempo?"

Internamente la sensación de miedo se instaló, Reich habría dejado a alguien encargado del niño si realmente estaba aquí con él, pues en todo ese tiempo Reich no hizo ni la más mínima mención del pequeño alemán, y no creía que Third fuese capaz de dejar al niño completamente solo en un lugar tan desolado por tanto tiempo.

— Según me han informado y he descubierto, en esa casucha debería estar el niño. —

URSS le dirigió una mirada gélida al francés, sin más retomó el paso a la casa, rezando internamente porque no estuviese el niño allí solo.

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·Horas antes.·
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Alemania estaba aterrado.

No sabía cuánto tiempo había pasado, solo que un hombre extraño entró a la casa, tenía otros hombres detrás suyo, notoriamente eran un grupo peligroso.

Los hombres extraños hablaban una lengua completamente extraña, y solo podía entender a uno de ellos, y lo que pudo entender no le gustó en lo más mínimo.

"— Pues aquí tendría que estar su engendro— "

Los otros hombres le respondieron algo, como si discutieron algo importante, al que podía entender no habló hasta después.

"— Solo busquen en todas partes! Y que esté vivo, para nuestra mala suerte ese niño nos sirve más vivo que muerto!— "

Asustado era poco para describir su situación, oculto entre cajas vacías y muebles que poco a poco acumulaban polvo por la falta de cuidado, no se sentía especialmente confiado con el escondite escogido, aunque los hombres que no entendía fueron por otros lados, el último de ellos, al que podía entender, se quedó revisando minuciosamente el sitio.

Alemania hizo lo posible por no emitir ruido, aunque poco pareció servir, al intentar reacomodar su cuerpo la madera vieja rechino tan fuerte que de inmediato el sujeto extraño se giró al lugar de procedencia.

El niño completamente aterrado buscó una salida, para su mala fortuna, la única que encontraba era desplazarse entre las cajas y los viejos muebles para tratar de escapar, aunque su pensamiento fue tardío, el hombre extraño ya lo había visto.
El hombre le dirigió una mirada extraña, como la que los hombres uniformados le dirigían a su padre, una de desagrado mezclada con resignación, eso solo aumentó al sentimiento de pánico.

Alemania se preparó para patalear y gritar, tal vez morder si así lo ameritaba la situación, sus dientes muchas veces perforaron accidentalmente sus labios o su lengua, estaba seguro que de morder lo suficientemente fuerte, podría por lo menos lastimar al extraño que se acercaba.

Y así lo hizo.

En cuanto vió la mano del hombre acercarse para agarrarlo no lo pensó más y lo mordió, el sabor metálico de la sangre se infiltró en su paladar, causándole algo de asco pero satisfacción al saber que su idea de lastimarlo había sido correcta, sin duda su papá estaría orgulloso de que pudiera defenderse solo, cuando se volvieran a ver podría presumir que su mordida era la suficientemente fuerte como para sacar sangre a un enemigo.