Los años podían pasar muy lentos desde los ojos una nación.
Bueno, si es que sus ojos pudieran ver.
Era bastante extraño que una nación como ellos tuviera alguna dificultad física, o en su caso, una discapacidad.
"¿Te encuentras bien?" Su aliado siempre le preguntaba con bastante dulzura.
"Oh vamos, nací así, estoy muy bien." Respondió con una suave risa. "Pero me pregunto dónde está mi pequeño niño, no he escuchado su habitual ruido."
Hizo una mueca exagerada de confusión. En respuesta, una suave risita desde donde estaba su aliado y amigo.
"Es una pena que no viniera, yo que pensaba darle algunos de sus chocolates favoritos, tendré que dárselos a mi otro niño" Fingió tristeza, escuchando cómo su amigo reía y la vocecita muy alarmada chillaba.
"¡Estoy aquí!¡Estoy aquí!" El niño se estrelló en un abrazo contra su cuerpo, causando la risa de los dos adultos.
Abrazó con alegría y cariño a su pequeño, que no era tan suyo cómo le gustaría pero que no reducía su amor por él.
"¿De verdad tienes otro niño?" Incluso sin poder ver, tenía mucha seguridad de que su querido niño tenía un puchero en su rostro. Realmente era una ternura.
" Si te digo que no, ¿Dejarás de fingir no estar aquí cada vez que te cuido?" Aunque lo decía con una sonrisa, verdaderamente el niño le había asustado mucho fingiendo no estar allí las veces que lo había cuidado.
Sintió la cabecita moverse en lo que supuso era un asentimiento contra su pecho.
"¿Pero lo tienes?" La triste vocecita que lo derretía por la ternura volvió a preguntar.
"¡Por supuesto que no!" Respondió acariciando sus suaves cabellos." Eres al único niño que me permito consentir tanto."
"Demasiado para mí gusto." Fué la burla del padre, causando más risas suyas.
"No seas amargado, tú eres su padre y debes educarlo, yo en cambio, tengo de tarea malcriarlo." Respondió con una sonrisa serena, causando una exclamación ofendida.
"¡No estés celoso papá! Estoy seguro que ihres¹ también te quiere." Dijo con inocencia el niño.
Oh, si él otro supiera...
Pero eso era un tema para después, ahora deseaba hablar sobre otros temas.
"¿Cómo está Weimar?" La pregunta iba dirigida para cualquiera de los dos alemanes que quisiera responder, aunque claramente iba más dirigido al otro imperio que al pequeño niño, que ya estaba enfurruñado de escuchar el nombre de su hermano, aferrándose más al agarre de la nación invidente.
"Estudiando y preparándose, cómo siempre." Una respuesta bastante seria, cómo cualquiera que salía cuando preguntaba por el hijo mayor del Imperio Alemán.
"Se la pasa en su habitación, cada que intento hablarle solo me gruñe cómo un perro..." Fue la queja del niño acerca de su hermano mayor.
"Ha vuelto a ...." Era una cuestión ambigua, bastante consciente del niño que se aferraba a su persona, no necesitaba que el pequeño luego empezará a hacer preguntas por las cuales no encontraría respuesta.
"No, y no quiero hablar más de él." Tajante, cómo siempre.
Suspiró al saber que no conseguiría otra respuesta, ahora nuevamente dirigiendo su atención al niño que mordisqueaba las telas decorativas de su ropa.
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Secreto (Nazunist/Resubido/Reescribiendo)
FanfictionDesde un inicio siempre fué así, guardaron recelosamente cualquier información que los humanos pudieran obtener para usar en su contra, enseñando a los más jóvenes a ser desconfiados de humanos y naciones a partes iguales, después de todo, uno no si...