Mujeriego• Kim Taehyung.

Cap.5

-—Supongo que eso es todo—afrimé—Al fin me puedo largar de este lugar—suspire agradecida— nos vemos mañana. Adiós—agarre mi bolso levantándome de la silla y comencé a caminar directo a la salida dejándolo atrás.

Sin embargo, escuché un suspiro profundo de su parte y lo paso lo que yo no quería. Me detuvo el paso con su enorme mano, sosteniendo con fuerza mi pequeño y débil brazo.

-—¿Se puede saber que carajos quieres ahora?—pregunte de mala gana, mientras lo miraba exasperada totalmente

-—Si piensas que te irás sola estás equivocada. Te voy a llevar—indico aún con mi brazo en su mano.

-—Oh, eso sí que no—solte bruscamente su agarre—te informo que aún es temprano—argumente con una sonrisa falsa—Caminar, una acción saludable que no le hace nada a nadie.

-—Pero este no es tu momento de hacerlo. Te irás conmigo, ya lo dije—demando—Ademas, me interesa ver a tu hermana.

-—Por dios, la viste hace menos de dos días—hice una mueca—Tus excusas son fallidas

-—¿Por que serás así?—senti un gran suspiro frustrado de su parte.

Lo mire de brazos cruzados, claro que me iría caminando.

Algo inesperado sucedió; mi cuerpo fue alzado en el aire y por supuesto que esto es obra de él mismo.

¡Adivinen!

¡El me había montado a la fuerza en su espalda! 

—¿¡Que te pasa!? Respétame y bájame ahora mismo—exigi y sentí como básicamente fui ignorada—¡Imbecil, suéltame ya! —comencé a dar golpes en su espalda y pataleaba pero el no se detenía —te vas a arrepentir Taehyung, si no lo haces—le advertí y el seguía caminando hasta que llegamos a la salida de la facultad—¿Ya puedes bajarme al menos?

Se detuvo frente al auto como si estuviera analizando, ¡no entiendo cómo puede tener tanta fuerza para poder conmigo!

Y lo peor:  no me estaba haciendo el más mínimo caso, al contrario, se dedicó a abrir la puerta, me sento allí–con delicadeza– y luego puso el
seguro

Resople inhalando o bueno, intentando tener paciencia y solo sentí un bufido se su parte

Esto no puede ser posible

-—¿Que haces?—pregunte de mala forma. Ya estaba sentada en el auto, con los brazos cruzados mientras lo miraba de reojo

-—Preparándome para conducir—respondio—el auto no se irá solo—su argumento sarcástico me hizo rodar los ojos.

-—Escucha Taehyung, si no me bajas de este auto, lo haré yo misma—asegure y este soltó una carcajada

—Con tu altura, fuerza y cuerpo de hierro....—ironizo—aunque no está de más ver el espectáculo— se burló con una sonrisa divertida.

-—¿Me puedes decir a dónde pretendes llegar con estas acciones tan ridículas?

-—¿Estoy siendo amable, ¿no lo ves?

-—No caeré por tu amabilidad, así que ahorratela

-—Deja de ser así,  tan fría y violenta, al menos por un momento—murmuro y siguió conduciendo

Ignore su frase mientras seguía de brazos cruzados observando por la ventanilla la carretera. Era todo demasiado aburrido, pero Taehyung no era el tipo de persona con la que me gustaría andar en un auto todo alegre.

-—Tus padres...—musito—no los vi ese día. ¿Donde estaban?

-—No seas entrometido, ni tampoco busques confianza dónde no la hay—espete de mala gana.—Ademas...¿Que te importa?