82/Narrado

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El ascensor se abre y de el salen los dos chicos y la pelinegra; habían estado todo el día fuera haciendo unascuantas.entrevistas por separado y fueron invitados a un podcast todos juntos, y finalmente estaban llegando al hotel para poder descansar un poco, aún les quedaban varios días en México y querían conocerlo más a fondo pero con la carga de trabajo les era imposible.

El castaño se despide de sus amigos, pues su habitación se encontraba al fondo del pasillo y las de ellos al inicio. Siguió caminando por el pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación, entra y lo primero que hace es quitar sus zapatos para lanzarse a la cama, de queda ahí unos cuantos minutos y se levanta para ir al baño y darse una ducha, pone un poco de música y puede ver cómo tiene muchas notificaciones de sus redes, sin embargo no le presta atención y se mete a la ducha.

Después de unos minutos de haber tomado i a relajante ducha, se seca el cuerpo y regresa a la habitación para colocarse su ropa interior y un pantalón, seca su cabello y va de nueva al baño para tomar su teléfono. Entra a Instagram ya que de ahí tenía muchas notificaciones y mié tras se bañaba no dejaba de sonar, así que entra y la aplicación tarda un poco en abrir asi que mientras espera lavaba sus dientes, cuando acaba toma su teléfono para mirar que era lo que estaba sucediendo.

Su corazón dejo de latir, sus ojos se llenaron de lágrimas y estás salieron sin aviso alguno.

Su cuerpo comenzó a temblar y eso hizo que el teléfono cayera al suelo, con la fotografía que Zabdiel había publicado.

Todo en el comenzó a dar vueltas, su cabeza dolía y sentía como en cualquier momento podía desmayarse, se sostuvo del lavamanos y tenía su mirada perdida.

Lo había engañado.

Solo jugo con el.

¿Por que?

¿Por qué tú Zabdiel?

Comenzó a soltar sollozos dolorosos, sintió como la fuerza en sus piernas comenzaba a faltarle así que se tiró al piso y abrazo sus piernas contra su pecho. Los recuerdos comenzaron a llegar a su mente como si de una película se tratase, cuando lo conoció y pasaron los mejores días en Puerto Rico; cuando viajo a Miami, cuando lo vio después de semanas, cuando estaban el estudio y canto para el, cuando dijieron lo que sentían, cuando le pidió que fuera su novio.

Cuando se besaron por primera vez.

Cuando estuvieron juntos por primera vez.

Si, ellos ya habían tenido su primera vez, había pasado antes de que viniera para México, y había sido tan lindo y maravilloso para el.

Pero solo había sido una mentira.

Solo quería eso, solo quería sexo.

¿Por qué jugo así con el?

No podía entender porque lo había hecho.

El lo amaba demasiado, no quería creer lo que estaba pasando.

Las lágrimas no dejaban de salir por sus ojos, su corazón dolía a sobre manera y sentia que en cualquier momento explotaría, sentía como el aire le faltaba.

Se abrazaba asi mismo, le estaba doliendo demasiado el corazón, sentía que se moría, habían matado a su corazón, a su alma.

––¿Por qué tú Zabdiel? ––susurro entre sollozos.

Eso se repetía una y otra vez, no podía dejar de repetirlo, quería saber porque el boricua había hecho tal cosa.

¿Acaso no lo amaba?

Nunca había experimentado ese dolor, le habían roto el corazón y se sentía tan mal. No podía soportarlo.

Cómo pudo tomo su teléfono y con manos temblorosas marco el número de alguien, quien no tardo en responder.

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