107/Narrado

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Yoandri observaba unos cuantos papeles que tenía sobre la mesa, estaba haciendo un par de cuentas de una serie de gastos que había tenido y más aparte en todo lo que había gastado en sus Planes con Zabdiel, pero al menos eso último no le afligía del todo, pues su plan había salido como el quizo y ahota el puertorriqueño estaba solo y sabía que pronto sería para el; solo era cuestión de tiempo para que el puertorriqueño cayera rendido a sus pies.

Y si no lo hacia, encontraría  la manera en la que podía hacerlo, pero de que Zabdiel caía, caía.

Escucho su puerta siendo tocada y tuvo que dejar de hacer lo que hacía hace unos cuantos minutos, se levanta y camina hacia la puerta para abrir y encontrarse con Nicole.

––¿Que quieres? No te he llamado para tu siguiente trabajo ,––fue lo primero que dijo.

Ella no le respondió y solo pudo llevar su mano hasta su mejilla e impactar sobre su rostro, esto tomo por sorpresa al chico y solo pudo llevar su manoa su mejilla golpeada.

––¡¿Que carajos te pasa?! ––pregunto molesto.

––¡Eres un maldito idiota!

Ella dijo aquello y comenzó a darle golpes en el pecho, estaba demasiado furiosa con el. Pues no solo se había enterado de la verdad detrás de Yoandri, sino que además le habían llegado unas cua tas notificaciones del banco, y se había dado cuenta que no tenía nada de su dinero en sus tarjetas de crédito y además había hecho una serie de préstamos y ahora debía de pagar cada uno de ellos; ella había confiado en el y el solo pudo estafarla,  había robado todo su dinero, aquel dinero que se había ganado con todo su esfuerzo y trabajando mucho por él, ahora ya no era absolutamente nada y se sentía realmente furiosa por aquello. Así que cuando se enteró de eso lo único que pudo pensar fue en querer matar al chico.

Yoandri tomó entre sus manos las muñecas de la chica para así detenerla, la verdad no era que le doliese los golpes que le estaba proporcionando Pero de alguna manera quería detenerla así que con mucha fuerza tomó sus muñecas y la miró con furia.

––No sé quién carajos te creas, pero no puedes venir a mi departamento y comenzar a golpearme así como si nada.

––¿Así como si nada? No digas estupideces, sabes perfectamente porque vengo y tengo ganas de golpearte, eres un ladrón, me has robado todo mi dinero ––reclamo entre dientes

––Ah es por eso ––hablo y levantó sus hombros sin interés.

––¿Te parece poco? Me has robado todo el dinero que tengo en mis cuentas Yoandri, te has rogado mi dinero, por aquel que luché por mucho tiempo y lo sabes, me has dejado sin nada más ahora que sabes que lo necesito, voy a tener un bebé y ni siquiera eso te importo ––reclamo.

––¿Acaso crees que me importa? Para nada, solo veo por mis propios intereses no me intereses  absolutamente nada o nadie.

Esas palabras hicieron que el enojo creciera aún más dentro de la chica, trato de zafarse del agarre del chico Pero le fue imposible este tenia  demasiada fuerza y apretaba sus muñecas, causándole un leve dolor.

––¡Eres un maldito hijo de perra!

El más alto soltó una risa amarga ante lo dicho por la chica para después mirarla atentamente y darle una leve caricia en la barbilla, todo esto da manera de burla.

––Lo que tú pienses o los demás me tiene sin cuidado, no me interesa para nada su opinión ni su percepción de mí, son tan poca cosa.

––Te equivocas, aquí la única poca cosa y que no vale absolutamente nada eres tú, ¿Qué tan miserable tienes que ser para arruinar la felicidad de una persona? ¿Armar todo un plan para joeer? Y lo peor de todo, que lo hagas por una maldita obsesión de querer estar con él, cuando la realidad es que no te quiere no te ve de esa manera, pero estás tan empeñado en que te quiera, estás necesitado y lo sabes.

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