Muichiro entró corriendo al salón, donde Tanjiro y Nezuko estaban viendo la televisión, y Yuichiro estaba leyendo un libro. Muichiro tenía una expresión de pánico y alegría en su rostro.
—¡Tanjiro! ¡Nezuko! ¡Necesito ayuda! —exclamó Muichiro, intentando regular su respiración.
—¿Qué pasa, Muichiro? —preguntó Tanjiro, apagando la televisión y mirándolo con curiosidad.
—¿No es hoy tu cita? —preguntó Yuichiro, levantando la vista de su libro y frunciendo el ceño.
—Sí, lo es... Pero no sé qué ponerme, ni qué decirle, ni qué hacer... ¡Estoy muy nervioso! —expresó el de ojos verde menta, sonriendo nerviosamente.
—Tranquilo, Muichiro. No tienes que preocuparte tanto. Ese chico ya te quiere tal como eres —dijo el mayor de los presentes, sonriendo.
—¿Qué chico? —preguntó Nezuko, curiosa.
—Un chico que le gusta desde hace tiempo. A menudo va a la cafetería —explicó el mayor de los gemelos, volviendo su mirada al libro.
—Ah, ya... —dijo la oji-rosa— ¿Y cómo se llama? —preguntó curiosa.
—No importa cómo se llama. Lo importante es que le hace feliz —habló el peli-rojo, cortando la conversación.
—Bueno, bueno... No hace falta que te pongas así, Tanjiro. Solo quería saber —dijo la menor de los presentes, encogiéndose de hombros— Vamos, Muichiro. Vamos a tu habitación a ver qué ropa tienes. Te vamos a ayudar a elegir el mejor atuendo para tu cita —añadió mientras agarraba a su primo de la mano y arrastrándolo escaleras arriba.
—Gracias, Nezuko. Gracias, Tanjiro. Son los mejores —dijo Muichiro, agradecido.
—De nada, Muichiro —dijeron los hermanos al unísono.
Yuichiro los miró alejarse con una mezcla de temor y preocupación. No le caía bien ese chico que había conquistado el corazón de su hermano gemelo. No le gustaba que le quitara su atención y su tiempo. No le gustaba que le hiciera sentir solo y excluido. Pero tampoco quería arruinarle la felicidad a Muichiro. Así que se limitó a suspirar y seguir con su lectura.
Muichiro subió a su habitación con Nezuko y Tanjiro, dejando a Yuichiro solo en el salón. Se sentía un poco culpable por no haberle contado más sobre su cita, pero también sabía que este no lo entendería. Yuichiro era muy sobreprotector con él, y siempre le advertía de los riesgos de enamorarse de alguien. Muichiro no le culpaba, sabía que lo hacía por su bien, pero también quería vivir su propia vida y seguir su propio corazón. Y su corazón le decía que Iguro Obanai era el chico indicado para él. Obanai era el chico que le hacía sentir cosas que nunca había sentido antes. Y también, era el chico con el que iba a tener su primera cita.
Muichiro entró en su habitación y se dirigió al armario, donde guardaba su ropa. Abrió las puertas y se quedó mirando el interior, sin saber qué elegir. Tenía varias camisas, pantalones, chaquetas y zapatos, pero ninguno le parecía lo suficientemente bueno para la ocasión.
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Café con amor
FanfictionIguro Obanai, CEO de una importante agencia de Idols, es invitado por su amigo Sanemi a desayunar en un cafetería cerca de su zona laboral. Al llegar, no se siente atraído por los postres y las bebidas que el local ofrece, al contrario, se siente at...