Obanai se quedó impactado después de escuchar a su madre. No podía creer que ella hubiera decidido casarlo con Mitsuri, una chica que apenas conocía de su vida y que no le interesaba en lo más mínimo. ¿Qué le pasaba por la cabeza? ¿Acaso no le importaba que él ya tenía a alguien en su corazón?
—Pero mamá... —intentó protestar, pero la mujer lo interrumpió con una mirada severa.
—No hay peros, Obanai. Esta boda es lo mejor para ti y para nuestra familia. Mitsuri es una chica encantadora, educada y de buena posición. Además, su padre es un importante socio. No puedes rechazar esta oportunidad.
El chico dirigió su mirada brevemente hacia Mitsuri, quien estaba en las mismas. Ella también parecía sorprendida y contrariada por la decisión de sus padres. Sus ojos verde lima se encontraron con los de él, y sintió una punzada de culpa. No era justo para ella tampoco. Mitsuri era una buena persona, pero no podía ser su esposa.
—Mamá, por favor, escúchame. Yo no quiero casarme con Mitsuri. Yo... yo quiero a alguien más —dijo reuniendo todo su valor.
Su madre lo miró con incredulidad y luego con furia.
—Obanai, por favor, déjate de estupideces. Mitsuri es mucho mejor que esa persona que dices tener en tu corazón. ¿Quién es? ¿Alguien de tu trabajo? ¿Alguna amiga? ¿O es que te has inventado un amor imaginario?
Obanai sintió un nudo en la garganta. No podía decirle la verdad a su madre. No podía decirle que él estaba enamorado de un chico. Sabía que su madre nunca lo aceptaría. Sabía que su madre lo rechazaría y lo despreciaría.
—No importa quién sea, mamá. Lo único que importa es que yo lo quiero. Y no voy a renunciar por quien amo por una ridícula boda arreglada —dijo con voz firme.
Su madre se puso pálida y luego roja de ira.
— ¡No me hables así! ¡No me desafíes! ¡No me importa lo que digas o lo que sientas! ¡Esta boda se va a realizar quieras o no! ¡Es tu deber como hijo y como hombre! ¡Y si no lo cumples, te arrepentirás toda tu vida!
No pudo soportar más las palabras de su madre. Se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta.
—Lo siento, madre, pero no puedo hacer lo que me pides. No puedo casarme con Mitsuri. No puedo traicionar a mi corazón —declaró finalmente antes de salir corriendo de la casa.
Su madre lo siguió con la mirada, llena de rabia e impotencia.
—¡Obanai! ¡Obanai! ¡Vuelve aquí! ¡No te atrevas a irte! —gritó la mujer, pero Obanai ya no la escuchaba.
Obanai fue a su carro para dirigirse directo a hogar, tratando de alejarse de todo. De su madre, de Mitsuri, de la boda, de la presión, del dolor.
Lo único que quería era ver a Muichiro. Lo único que quería era abrazarlo y besarlo. Lo único que quería era decirle que lo amaba.
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Café con amor
FanfictionIguro Obanai, CEO de una importante agencia de Idols, es invitado por su amigo Sanemi a desayunar en un cafetería cerca de su zona laboral. Al llegar, no se siente atraído por los postres y las bebidas que el local ofrece, al contrario, se siente at...