Kageyama estaba a punto de entrar su casa donde solo le esperaba la soledad, frialdad y oscuridad de ella, pero se detuvo al oír la mención de su nombre.
— Tobio-chan. Sé que han pasado muchas cosas últimamente, pero a pesar de eso daremos todo y ganaremos.— Declaró Oikawa quien internamente internamente estaba bastante inseguro por sus palabras sabiendo que él fue una de las razones por las que sufrió tanto.
"¿Por qué no lo daría todo en el partido de mañana?" Escribió Kageyama con rapidez con un rostro confundido, pero después cambió a uno decidido. "Si se contuviese realmente me molestaría."
— Basurakawa él no es tan débil como tú y puede manejar una derrota.— Replicó el as dándole un golpe a su novio quien todavía dudaba si el administrador era lo bastante fuerte como para aceptar la derrota.
"Daremos todo para ganar y espero lo mismo de vosotros." Escribió con una sonrisa llena de seguridad y determinación. El castaño abrazó a Kageyama con fuerza orgulloso de lo valiente y seguro que era.
— Mejor deja tus lágrimas para tus estupidas novelas.— Dijo Iwaizumi con desgana porque no quería tratar el resto del camino con un Oikawa llorando.
— ¡No seas malo Iwa-chan!— Dijo ante la queja de su novio por la lectura.
— Se hace tarde.— Dijo Kindaichi preocupado de llegar muy tarde y preocupar a su madre.
— Nos vamos Kageyama.— Se disculpó Iwaizumi recibiendo un asentimiento por respuesta.
Silenciosamente Oikawa y Kunimi estaban alegres de que Kindaichi mencionase la hora debido a que no creían poder mantener las apariencias por mucho tiempo y por eso se separaron de camino a los pocos segundos.
Kageyama se levantó muy temprano como de costumbre sintiéndose nervioso por el día que le deparaba porque hoy su equipo se enfrentaría al Aoba Johsai.
El azabache siguió su rutina de cambiarse para salir a correr y después desayunar bien antes de salir en dirección a dónde se reuniría con sus compañeros para ir en autobús con ellos al polideportivo.
Los jugadores de Karasuno estuvieron bastante tensos en el trayecto hacia el polideportivo, aunque no les podía culpar porque en ese momento solo quedaba menos de una hora para que se enfrentaran contra el Aoba Johsai.
Kageyama le deseó a su equipo mucha suerte y mucho ánimo antes de ir a las gradas sabiendo que ese sería un partido bastante difícil, pero no imposible.
De camino a las gradas el azabache se encontró con algunos admiradores que iban a apoyar al Aoba Johsai. Eso le provocó una ligera ansiedad por si le veían, el azabache no se sentía preparado para enfrentarse a ninguno del Kitagawa Daiichi.
Fue entonces que el administrador vio entrar a sus destinados junto a su equipo y como era de esperarse de Oikawa éste fue a saludarle nada más verle.
— Buenos días Tobio-chan.— Saludó el capitán con una sonrisa. Kageyama asintió y dio una pequeña reverencia ante el saludo.
— Disculpa Kageyama, pero tenemos que irnos.— Dijo el vice capitán con suavidad sabiendo que iban un poco justos por no decir tarde. Kageyama asintió comprendiendo que tenían prisa por el partido.— Apúrate mierdakawa.
— Ya voy Iwa-chan.— Dijo el castaño viendo cómo todos seguían a su novio hasta dentro.— No te preocupes Tobio-chan, no volveré a permitir que nadie se meta contigo.— Declaró con un tono realmente serio que hizo que el de ojos azules se sintiese protegido y sintiese miedo por el tono tan frío de su destinado.
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El destino tendrá sus razones.
FanfictionTodos creen que los destinados se necesitan para poder ser felices, y no se equivocan, así se puede experimentar una felicidad suprema. ¿Pero es la única forma de ser feliz? No. Iwaizumi Hajime, Oikawa Toru, Kindaichi Yuutaro, Kunimi Akira y Kageyam...