"En marcha"

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-Llegamos señoritas.-advirtió Anton-.
-Un momento más.-supliqué-.
-No creo que quieran perder el vuelo, ¿o sí?.
-¡jamás!.-gritó Kaory y me dió un tirón para levantarme-.
-Ah... Ya voy...
Anton nos ayudó a bajar las maletas junto con un sobrecargo.
-Por allá señoritas-. (dijo señalando con el dedo)
Al voltear encontré a los cuatro quienes nos hacían señas y ademanes para ir a donde ellos. Llegamos.
-Hola chicas ¿cómo se sienten?.-preguntó Pete-.
-Muy emocionadas.-intervino Anton-.
Nosotras sólo reímos tímidamente.
-Tranquilas chicas.- dijo Pete-. Aún falta toda una semana.
-Así es.-prosiguió Joe.- comienzen a sentirse en familia.
-"No, en familia no por favor". (me dije).-odio estar con mi familia-.
-Bueno yo me despido, que disfruten su viaje señoritas.-dijo Anton con su recientemente conocida caballerosidad-.
-Gracias de nuevo Anton.
Se marchó.
-Bien... ¿algo que quieran hacer para matar el tiempo?.- preguntó Joe-.
-Ni siquiera las hemos saludado.- dijo Andy casi en un susurro-.
-¡Oh cierto, disculpen nuestra descortecía!-exclamó Pete mientras estrechaba nuestra mano-.
-No se preocupen.
Tomé la mano de Pete, de Andy y de Joe, ese simple hecho me había hecho tan felíz. Supongo que a Kao también, definitivamente. Sólo faltaba Patrick, No lograba acercarme siquiera un poco, me tragaban los nervios; Kao me pidió que me acercara, y tenía que hacerlo o si no después vendría Mi peor amenaza... Yo misma; lo hacía o me consideraría una completa perdedora por el resto de mis días, así que me acerqué. Y ahí esaba él, no pude evitar que se notara el entusiasmo que me provocaba el tenerlo cerca.
Él al responderme la mirada me sonrió y se formaron dos pliegues a los costados de sus labios, sus dientes brillaron como estrellas y sus ojos destellaron como pedrería fina.
No lo puede evitar, mi cara ardía otra vez.
-Hola.-apenas salió de mi boca-.
-Hola.- me dijo entusiasmado, empujando la cabeza ligeramente hacia adelante. Me tendió la mano y la tomé con ligereza. Sus dedos eran tan suaves como lo imaginaba.
-¿Qué tal te sientes?
-Algo impaciente.
-¿Por?
-Tengo tantas preguntas que
hacer...
-Bueno, aquí está Patrick Stump para resolver todas sus dudas o para atender algúna petición.-dijo levantando el sombrero de su cabeza.
-Bueno... ¿Puedo abrazarte?...
-¡Claro!.
Me extendió los brazos y me impulsé hacía él. Me colgué de su cuello y me envolvió con sus brazos. Fue tan dulce, tan sutil... Que me dejé llevar, era tan suave que no lo quería soltar, estaba llorando, me apené mucho cuando vi mis lágrimas resbalar por su chaqueta y lo solté.
-¿qué pasa?.-preguntó con
dulzura-.
-P-perdona, es que no... No quiero mojar tu chaqueta.-dije limpiándome las lágrimas-.
-Ah, ¿eso?
Asentí.
-No te preocupes por eso, no es nada, ven aquí.
Me extendió los brazos de nuevo
(coloqué mi naríz muy cerca de su cuello e inhalé todo lo que puede de su aroma, lo suficiente como para guardarlo por siempre). Pude sentir que sus ojos se cerraban y cómo se dibujaba una sonrisa en sus labios.
No me soltó hasta que mis lágrimas y mis sollozos cesaran. Nunca nadie me había abrazado así... O... talvez no había sentido con alguien más lo que ésta vez sentí.
-¿Ya te sientes mejor!
-Sí, Gracias.
-No agradezcas, soy yo el que tiene que agradecer el valioso tiempo de tu vida que nos regalas al escucharnos (me dijo tomando mis manos).

Cuando menos lo pensé ya estaban anunciando nuestro vuelo.
-¡Ese es nuestro vuelo!, no se separen chicas.-dijo Pete-.
Y no pensábamos hacerlo por nada en el mundo.
Caminamos. Ella a un costado de Pete, yo a un costado de Patrick, camino a entregar nuestras maletas.

Let's Be Alone TogetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora