"¿Qué les contaré cuando llegue?"

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Sueño profundo.
Un beso frío en la mejilla me despertó.
-¿Ah?... ¿Eh?... Quítate Nalu, ¿que haces en mi cama?, -manoteé como si algo me estorbara-.
-¿Quién es Nalu?...
Curoseó el hombre de los ojos verdes.
-¿Ah? Patrick, oh, es mi perro.
-Pobrecillo si cada que te levanta lo manoteas -contestó risueño-.
-Es un perro grande, me aplasta cada que se sube a mi cama a lengüetearme.
-Entoces, están a mano.
-Bueno, ¿a qué se debe el haberme despertado de mi profundo sueño? -Pregunté aplicándole un tono dramático, de esos que usan en las películas viejas-.
-Ah, ya llegamos -Respondió simple-.
-¿A casa?, ¿ya?.
-Ammm...

Oh... No. ¡¿qué les contaré?!, ¡todos me atacarán con preguntas!, ¡¿Qué les voy a responder?!, ¡ no puedo decirles que el hombre de mi vida (mayor que yo) me corresponde!, ¡Que es un artista! ¡Que ya está casado!, ¡Que tiene un hijo! ¡Que ya lo besé ! ¡Que tiene 31 años y también me acosté con él! ¡me matarían!... No. ¡Me van a matar! ¡¿Qué le voy a decir a mi mamááá?!.

-Ha, ha, ha, nooo... tranquila. Llegamos al aeropuerto. -Carcajeó cómo si me hubiera aplicado la mejor broma de todas (y lo hizo), mencionando lo último con extremada simpleza. Supongo que pudo percibir mi cara de pánico al no carburar respuestas para todas mi enorme pregunta, me asusté en realidad. Mala broma Patrick. Ya me la cobraría-.

Me le quedé mirando. Me tragué mi momentánea y descabellada furia, para finalmente solo gritar:
-¡Yaaay, Más horas contigo! -adormilada- Cárgame -pedí estirando mis brazos cómo un perezoso-.
Totalmente de acuerdo, el caballero me levantó de mi lugar. Me colgué de su cuello y besó mi frente una vez en sus brazos.
Con lo poco que abría los ojos percibía que todo el mundo nos miraba. Pero no pareció importarle y mucho menos a mí, ¡por dios!, a ¡¿quién iba importarle otra cosa que no fuera estar en los brazos de el amor de su vida?!.

Camino a el enorme establecimiento, tarareaba una canción sin ritmo alguno y una letra sin sentido también.

-¿Se siente bien la señorita Lía?. -Preguntó una voz joven, conocida.
-Sí, sólo está cansada, ¿podrías ayudarnos con nuestras maletas por favor?.
-Claro.
-Patrick... ¿Es Anton?. -Pregunté con desgano-.
-Sí.
-Dile que Hola.
-Hola señorita Lía.
-Oh, olvídalo Patrick. Ahora puedo hacerlo yo. Hola Anton- parloté agitando sin motivo mi mano, aún con la cara escondida en el pecho de el muy entretenido Patrick-.
Se encontraba atento a las cosas raras que salían de mi boca mientras me encontraba adormilada.

Tomó asiento conmigo en brazos. Su pecho resultaba tan reconfortante a mi soledad.
Abrí los ojos de golpe, después de otra hora de sueño. Y me topé con todo su rostro frente al mío.
-¿Me observabas mientras dormía?.
-N... no.
Hice un gesto sarcástico ante esa insegura aclaración.
-Tu "N... no", no me suena a verdad, Mr. Stump.
-Lo siento señorita Lía, pero es que usted tiene una expresión muy cautivadora cuando duerme.
-Se lo permitiré sólo porque lo amo mr. Stump -Susurré-.
-Muchas gracias, señorita Lía. Disculpe mi osadía, pero aunque usted me hubiera negado el honor, yo me hubiera aventurado a hacerlo... Por el simple hecho de que vale la pena.
-Okay, suficiente, ya no puedo con esas palabras.
Recargó su frente en la mía y reímos.

Su rostro concentrado en mí lucía tan perfecto que me amé por un instante.
Estiré mi mano para tocar su mejilla, su piel era tan suave que la quise dejar ahí hasta que me cansara y él terminara sosteniédonla ahí donde estaba.

- I want scream "I love you" from The top of my lungs, but I'm afraid will
Someone else will hear me....

Una sonrisa escapó de mis labios.
-Me gustaría saber ¿por qué un tipo tan afortunado cómo tú, podría estar atrapado por alguien tan contraria cómo yo?.
-Bueno, quizá es porque eres lo que he necesitado todo éste tiempo, eres algo por lo que voy a cambiar, eres algo que viene a demostrar de lo que estoy hecho y soy capaz de hacer, por lo que saldré de mi zona de confort, pero lo mejor de todo, a parte de tu bella sonrisa y tus gestos en cada una de tus acciones, el tono de tu voz al hablar, o tú cabello... Es que me gusta la idea de retar al mundo por estar contigo, y que no me pesa abandonarlo todo por tí.

Pude sentir cómo todo en mí se iluminaba, ¿cómo podía existir tanta belleza en un sólo momento?. Volví a sonreír. Aquello me había prometido mucho: toda una realidad. Sólo pude callar, y aferrarme a su cuello.

-Te amo.

Ya no me importó lo que viniera, me sentí segura, y supe que tendría la mejor mentira para contar a todos... Al fin y al cabo, no pasó nada interesante, fue sólo un viaje normal.

Tiempo más tarde llamaron a nuestro vuelo y corrimos en grupo, Joe casi se partía la cara mientras Pete se tropezaba con sus maletas.
-¡Arriba, perderemos el vuelo!
-¡No es mi culpa que ALGUIEN, no hubiera avisado con tiempo! -Reclamó desde el suelo el de los risos al de gafas oscuras-.
-¡levántense!.
Y entre tropiezos tiraron a Patrick también.

Sólo me quedé con su sombrero en la mano, cuándo ya estaba sobre la espalda de Pete.

-"Patrick no me dejas respirar."
-"¡Andy quita tu trastero de mi cara!".
-"¡Aaaah, se rompió mi brazo!".
-"¡No Peter, ése es el mío!"

Kaori y yo explotamos en carcajadas. Ambas llorábamos de la risa con todo aquello, y fue entonces que realmente casi perdíamos el vuelo.

-¡Corran, ahora sí que vamos a perderlo!.

Patrick me tomó de la mano corrimos, sólo sentí un jalón en la muñeca, cuando ya íbamos a varios metros más adelante de donde nos encontrábamos.

-Mi trasero se entumirá de nuevo -Añadió Andy con un tono conmocionado-.
-Deja de lloriquear y sube. -Arrebató Pete-.
Subió como si fuera sólo una orden.
-Eso fue raro- le susurré a Patrick-.
-Oh, es que se acaba de levantar.

Tomamos nuestros asientos.
-¡Yo quero en la ventana!.
-Lo qure pidas Prin...cesa. -Balbuceó aquella última palabra-.
-¿Eh?.
-Prin-cesa. -Repitió-.
-Gracias cab...allero. -agregué intentando imitarlo-.
Sólo sonrió en respuesta.

Let's Be Alone TogetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora