Let's Be Alone Together

"Tomando el vuelo"

Nunca había subido a un avión, ¡era alucinante!, aunque supongo que era absurdo emocionarte de aquella manera, así que me reprimí todo lo que pude.

-Bienvenidas a nuestro avión chicas-dijo Pete-.
-Whow -susurré al detenerme en la puerta-.
-Adelante, ¿con quién les gustaría sentarse?.
-¡Con Patrick!. -¡tonta!, cubrí mi boca de inmediato. Si mi tono de mi piel me lo permitiera juro que estaría terriblemente enrojecida. Por suerte lo único que era evidente era mi falta de contención.

Él sólo río, tan tierno como acostumbraba. No podía ni mirarlo a los ojos, así que sólo agaché la cabeza, sin imaginar que llegaría por detrás de mí y tomaría mi mano. Me guiñó el ojo (casi me desmayaba en sus brazos. O... en el suelo), me dirigió hacia un par de asientos y me preguntó con aquella voz que me erizaba la piel tan repentinamente:
-¿Ya has viajado en un avión antes?.
¡¡No!! ¡¿Por qué tenías que preguntar eso Patrick?! (me gritaba internamente).
Totalmente avergonzada negué con la cabeza.
-Bien, siéntate tú primero... Lo mejor de viajar en avión es mirar por la ventana.
-Gracias -traté de decir con la mayor calma posible y con la voz más neutral que pude sacar, ya que eso fue lo único que pudo salir de mi boca-.

En mi lugar esperaba la entrada de Kaori, pero ya se había tardado, lo único que logré ver fue que a Pete quien se encontraba recargado en la puerta de se le borraba la sonrisa (sonrisa que por cierto fue provocada por el momento tan vergonzoso por el que YO acababa de pasar) y salía disparado fuera del avión.
Y... a pesar de que ya suponía lo que estaba sucediendo (que a Kao le había dado pánico subir al avión) me atreví a preguntar con una verdadera voz de duda:
-¿Qué sucede?.
-Parece que tu amiga le tiene pánico a los aviones -dice con tan encantador tono de broma.
-Debe ser por qué ella tampoco ha viajado antes en un avión. Iré a hablar con ella. -Dije comprensiva mientras me levantaba-.
-Espera.
Me toman de la muñeca.
Me congelo.
Volteo a ver el origen y soy apuñalada por unos delirantes ojos verdes.
-Deja que Pete hable con ella, él debe de tener unas buenas palabras de convencimiento para tu amiga Ka... Kao...
-Kaori -reafirmo amable- espero que sus palabras sean lo suficientemente.buenas, porque de no ser así, con gusto lo hago yo.

Luego de un rato Pete y Kao entraron al avión, me tranquilizé al verlos subir. Andy y Joe ya habían subido antes estaban sentados juntos.
Minutos después una mujer joven y bella nos comenzó a dar las indicaciones de seguridad, las típicas, tontas, aburridas, pero necesarias indicaciones de seguridad, las cuales aproveché junto con la concentración que ponía mi compañero de asiento, para quedármele viendo como una completa idiota;
Aunque... Si el avión se estrella no creo que el repetirme cosas como...
«¿a caso intenta matarme? Mira nomás esa media sonrisa»
«es un ansioso de primera, no mantiene sus manos en un sólo lugar, ¡me mata!»
«se toca mucho el cabello ¡¿por qué carajos eso es tan sexy?!»
«¿estás viendo esa mueca?, ¡se ve precioso cuando hace eso!»
Durante las instrucciones, me vaya a servir de algo para sobrevivir
-¿Preparada? -Palabra que irrumpe en mis atolondrados pensamientos y me hace dar un salto.
-¿Eh? -Escupió mi boca sin pensar-.
-Ha, ha, ¿que si estás preparada?
-Ah, a-a-algo.
-Tranquila, éste avión en muy seguro.
(*Despegando*).
-Observa.
Me dijo mientras apuntaba hacia la ventana. Era hermoso, sentía un poco de temor al ver la distancia y temblé apenas.

Luego de unas horas comenzé a sentirme cansada y al parpadear, mis ojos no me permitieron abrirlos de nuevo hasta que ya no supe más de mí.

Horas antes de llegar me había dormido de nuevo «como muerta» me aclaró Kaori.
-Lía sigue dormida, ¿quieres despertala?.
-¿Por qué no lo haces tú?, dale la sorpresa.
Dijo marchándose.
-ah.... Am....
Estaba inclinanda hacia la ventanilla y pude sentir como una mano se posó suavemente sobre mi hombro derecho.
-(*Susurrando*) ¿cómo la despierto? Am... Am... Bu-Buenos días princesa.
Por un momento creí que seguía soñando, pero no era así.
-Nunca nadie me había llamado así. -Dije aún sin voltear-. Que detalle, gracias -continé para rellenar el silencio mientras volteaba-.
Él estaba tan rojo como una manzana (una manzana seguramente muy Dulce). Me extendió la mano.
-Ya llegamos y el avión está vacío...
(vergonzosamente no pude evitar pensar perversidades y sentí mi cara arder, me dí una sacudida mental para volver)
-¿vienes?.
-Por supuesto.
Tomé su mano con una sonrisa correspondida.

Frío, mucho frío y a mí sólo se me ocurrió llevar una blusa de manga larga ligera. Me dije mientras temblaba de frío, no podía hacer otra cosa que no fuera maldecir: Maldita sea, malditos cambios de clima, maldita flojera maldita memoria de piedra, maldita poca percepción de las cosas, malditas distracciones, malita...
-¿No quieres usar mi chaqueta?
¿Qué?.
-Te estás muriendo de frío, toma.
-Gracias.
Las mangas me quedaban colgando, ¡justo como a mí me gusta!.
-Por nada.
-¿pero... Tú no mueres de frío también?, ¿no quieres que te la regrese?
-Para nada, estoy bien, cuando lleguemos a la casa sacaré otra de la maleta y asunto resuelto.

Era una casa muy bella, amplia y cálida. Andy y Joe tendrían una habitación para ambos, Pete y Patrick también y finalmente nosotras.
Llevamos las maletas y acondicionamos el lugar.
Teníamos la puerta abierta para cuando Pete se acercó.
-Oigan chicas, las esperamos en la sala, no tarden.
Inmediatamente acudimos al terminar.
Todos compartían un sofá de los 3 que se encontraban ahí, 3 lindos sofás color beige muy amplios. Pete se encontraba sentado sobre la recargadera del costado izquierdo de Patrick, a su derecha estaba Andy y exactamente a su lado estaba Joe.
-Planeémos lo que haremos en la semana.

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Primero que nada gracias por estar al tanto de la historia a pesar de que me demoré mucho y los invito a leer Gray Days conozcan la perspectiva de Kaori.