-No... -Logré decir.
-¿Entonces por qué te pones de esa manera?
-¡Porque yo si quería tener un hijo de mi marido! -Grité.
Yo si quería un pedacito de Nate en mí. Era lo único que esperaba luego de aquella dolorosa separación.
Me levanté de donde estaba sentada, y me fui a mi cuarto.
Quise llamarlo, pero no tenía fuerzas siquiera para ello. En cambio, me dejé caer en la cama.
Volví a mis años de adolescente, en los que lloraba contra mi almohada por cualquier cosa.
***
-¡Maldita, mil veces maldita! -Ellie gritó mientras rasgaba el vestido de novia de Mia.
Había entrado a la habitación de Mia, y como sospechaba, había aún algunas cuantas pertenencias de Nate allí.
-¡Me vieron todos la cara una vez, pero no va a suceder de nuevo!
La imagen de aquella fotografía le daba vueltas en la cabeza. El amor que se tenían, ella lo sabía.
-Te di todo, Nate... -Sollozó- y no pudiste confiar en mí...
***
-¿Mamá, que tienes? -Ben entró apresurado al cuarto de su mamá- ¿Te sientes mal?
Denise estaba aferrada con fuerza a las barras de su balcón.
-Mamá... -Llegó por fin a su lado- ¿Qué pasa?
-Ben, hijo... Tienes que ayudarme. -Le dijo en un hilo de voz.
-¿Qué sucede? -La sujetó por los hombros.
-Tienes que prometerme discreción, y... Y tienes que prometerme que pase lo que pase, llevarás esto a su fin si yo no puedo.
-Habla ya, mamá... Me estás asustando.
***
Era ya bien noche cuando Nate salió de su despacho. Se encontró a la enfermera subiendo las escaleras.
-Gina...
-¿Si, señor?
-¿Está dormida Cece?
-No, aquí le llevo su botella para dársela.
-¿Me permites? -Extendió su mano para tomar la botella.
-Por supuesto, señor.
Nate subió las escaleras, y fue al cuarto de la enfermera donde encontró a Cece en su corral.
-Hola, princesa... -Dejó la botella a un lado, y se inclinó para tomarla en brazos- hola... ¿No vas a saludar a papi?
Sentir la suavidad del roce de su hija. Verla tan pequeña y vulnerable entre sus brazos, necesitada de sus cuidados, lo hacía sentir extraño.
Odiaba el hecho de no tener a Mia, pero por otro lado, la vida le había dado a Cece. Su hija, que creía perdida y ahora la tenía allí.
Tenía sus ojos chocolate, su mirada imponente. La mirada Daugherty. Su hija heredaria un buen legado, nadie se atrevía jamás a meterse con ellos, eran fuertes.
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Ella o yo
ChickLit"No sé quien es más feliz si ella que te tiene a su lado o yo que tengo tu dulce y tierno amor que es tu sufrimiento callado." -Autor desconocido.