Diecinueve.

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Denise había decidido irse a dormir, yo había estado esperando a Nate por casi una hora, y todavía no regresaba a nuestra habitación.

Me estaba quedando dormida cuando sentí la puerta abrirse.

-¿Qué sucedió? -Pregunté de inmediato.

-Resolví todo con ella. Le conté acerca de nosotros, del amor que te tengo...

-¿Y qué es lo que dijo ella?

-Está mal. -Se estrujó el rostro con las manos.

-No quiero verte tan desesperado.

-Es que me enferma que las cosas no salgan bien, no tener control.

Y ese era mi marido. El loco obsesionado por el control.

-Por lo menos lo admites.

-Mia. -Si la mirada matara, estaría ya seis pies bajo tierra.

-Todo estará bien.

-Mañana nos encargáremos de Jeremy. Quisiera hacerlo hoy, pero Ellie ha tenido bastante por un día.

-¿Cómo se organizaron para la custodia de Cece?

-Aún no hablamos de eso.

-¿Y cómo van a meter a ese hombre a la cárcel?

-No lo sé, Mia... No tengo idea. -Apretó los ojos- me duele la cabeza.

-Entonces duérmete. -Me levanté de la cama, y lo besé sonoramente en la frente.

-¿A dónde crees que vas?

-Marta me preparó una habitación.

-Tú vas a dormir aquí conmigo.

-Por supuesto que no.

-Pero, Mia....

-No quiero más problemas, por lo menos no por hoy.

-De acuerdo. -Accedió luego de un rato.

-Te amo, niño. -Volví a besarlo en la frente antes de salir.

Tuve que tomar un té para conciliar el sueño, porque de otra manera hubiese sido imposible dormir.

Nate estaba aún en su habitación cuando entré al otro día. Se terminaba de abotonar la camisa frente al espejo.

-Buenos días. -Me paré detrás de él.

-Hola, amor. -Me brindó una sonrisa al mirarme por el espejo.

-¿Cómo dormiste? -Apoyé mi cabeza en su hombro, y lo rodeé con mis brazos.

-Mal, sabiendo que estuviste a escasas puertas de mí.

-¿Cómo puedes pensar en mi con todo esto?

-¿Cómo no hacerlo?

-¿Vas a ir a trabajar? -Lo besé en el cuello brevemente.

-No, hoy me quedo. Voy a sacar a ese infeliz de mi casa, me cueste lo que me cueste.

-Me preocupa cuando hablas así. -Por fin lo solté.

Un golpe a la puerta le impidió responderme.

-¿Quien?

Sin más ni menos, Ben abrió la puerta y entró en la habitación. Aún estaba en pijamas.

-¿Alguien pudo dormir? -Se sentó al borde de la cama.

-Apenas. -Dijo Nate.

-Mamá está desesperada. Quiere a Jeremy fuera de esta casa.

-Lo que necesitamos es pruebas.

Ella o yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora