-No. Vas a hacer una cita, vas a llevarla, y le dirás la verdad. Que soy tu esposa, y que me amas.
-Lo pones muy fácil.
-¿Es que acaso tu no quieres que salga de tu vida?
Silencio.
-Nate... ¿No quieres que Ellie salga de tu vida? -¡Te estoy dando una segunda oportunidad, maldita sea!
-Lo dices como si Ellie fuese una mascota a la que simplemente puedo olvidar.
-O sea que no quieres sacarla de tu vida...
-¡No puedo sacarla de mi vida, por Dios, es la madre de mi hija!
-¿Entonces qué es lo que pretendes? ¿Qué vivamos todos bajo el mismo techo como una familia feliz?
-No soy el culpable de esto, Mia.
-¡Y no digo que lo seas! Pero, tú creías a Ellie muerta, tu única mujer soy yo, y lo menos que espero de ti es que lo resuelvas.
-Tengo mucho trabajo. ¿Por qué no hablamos con más calma en casa?
Estaba en realidad molesta. -Vete al demonio.
Si Nate no quisiera volver conmigo, no sabría qué hacer.
Estaba tan aburrida. Me sentía intimidada de salir de mi cuarto, como si fuera intrusa en mi propia casa.
Me decidí por salir al fin. Podría ir al jardín, hablar con Ben. Con mi madre ni pensarlo, estaba muy molesta.
No pude evitar la curiosidad de asomarme al cuarto de Ellie al escucharla hablar con la enfermera.
-No diga tonterías, usted es preciosa.
-Si, pero... ¿Y si ya no le gusto a mi marido? Nate siempre fue muy sexual... Y ahora apenas me ve.
-Ha de haber cambiado con la edad y las responsabilidades, señora.
Oh no, la edad y las responsabilidades sólo lo hacían mejor. Estaba segura de eso.
-Aun así... Quiero... No sé... Incitarlo... Volver a ser sexy, ¿Me entiendes?
Sentí un aliento desconocido tras de mi. -¿Espiando?
Me di vuelta, y me encontré con Jeremy. El tipo no me acababa de caer bien luego de lo que le había hecho a Nate.
Me aclaré la garganta. -Ya me iba.
Él me tomó por la muñeca, y me miró fijamente con sus penetrantes ojos verdes.
-Suéltame. -Murmuré.
-No deberías seguir perdiendo tu tiempo con Nate... Eres muy hermosa, pero él no va a dejar a su familia.
-Eres un desgraciado por lo que le hiciste.
-Que sabía yo que mi hermana iba a poder salir de esta.
Me zafé de un tirón. -Deberías ir pensando en largarte mejor.
Bajé corriendo las escaleras, y fue cuando me encontré a Ben.
Si él dijo algo, no le escuché. Sólo sé que me lance a sus brazos y rompí a llorar.
-Tranquila... -Acarició mi espalda con suma delicadeza- todo está bien.
-Por favor, ayúdame... -Le supliqué.
Nos fuimos a la terraza, y luego de que me calmé un poco, pudimos hablar.
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Ella o yo
ChickLit"No sé quien es más feliz si ella que te tiene a su lado o yo que tengo tu dulce y tierno amor que es tu sufrimiento callado." -Autor desconocido.