Emilia y Jaden se vuelven a encontrar, pero esta vez en Argentina, el país natal de ella y dónde vive actualmente. Él esa dispuesto a arreglar las cosas, pero ¿ella?
Habrá obstáculos y terceras personas que dificulten la meta de Jaden, pero el cast...
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llevamos toda la tarde así, juntos y sin querer separarnos.
ahora estábamos en su habitación, yo acostada en su pecho mientras él me hacía mimos en el pelo.
no sabes como deseaba estar así devuelta con vos. — levanté un poco mí cabeza para mirarlo sonriente.
ver cómo le brillaban los ojitos, me daba mucha ternura.
besé una vez más sus labios, los cuales, tanto los míos como los suyos, ya estaban un poco inchados y rojizos debido a la cantidad que ya nos habíamos dado.
después de un momento, me separé para hablar.
tengo que hablar con Mateo. — murmuré.
¿por qué? — frunció el ceño mientras pasaba una de sus manos por mí nuca, enredandola en mí pelo y jugando con él.
las cosas quedaron... un poco raras, no sé, creo que piensa que somos algo — apenas terminé la frase, Jaden se tenso, reincorporandose.
que idiota, está mal si piensa que va a tener algo con vos.— quería reír. se veía más lindo todavía enojado.
acaricié su cara delicadamente.
además, ambos, él y Laila, están mal. para mí fue todo un plan y lo hicieron todo a propósito. —ahí si, solte una carcajada.
no digas boludeces — en realidad, en el fondo, también lo pensaba. — bueno, voy a hablar con Mateo ahora para ya terminar con todo esto de una vez. — suspiré mientras me levantaba de su regazo para pararme.
antes de llegar a la puerta, volví a hablar.
¿vos con Laila no tenes que hablar nada, no? — hablé lentamente mientras él negaba la cabeza.
no, le aclaré todo después de ese beso, y creo que lo entendió. — se acercó a mí mientras habla, pasando sus manos por mí cintura.
suspiré.
yo si tengo que hablar con ella. tengo que aclarar un par de cositas. — pasé mis manos sobre sus hombros para plantar un beso en sus labios y abrir la puerta para bajar.
su familia no había llegado todavía, no tenía ni idea de dónde estaban.
chau amor. tené cuidado. — asentí antes de dejar un último pico en sus labios y subirme al taxi, el cual había pedido momento antes pese a las quejas de Jaden, quería llevarme él.
le indique la dirección al taxista: la casa de Mateo.
cuando llegué, dudé un poco, pero finalmente bajé tocando la puerta blanca de la entrada.
para mí sorpresa, me abrió el mismo.
pero ese sentimiento se hizo todavía más grande cuando vi como intentaba darme un beso como saludo.
lo pare al instante, poniendo mí mano en su pecho.
¿qué pasa? — preguntó confundido ante mí acción.
tenemos que hablar. — solté y el solo asintió, haciéndome pasar.
fuimos a su habitación, ya que su hermano mayor estaba en la sala y no quería molestar.
esto era peor de lo que creía, pero, al fin y al cabo, era yo quien lo había ocacionado.
aparte mis manos, suspirando.
mira Mate, yo te quiero mucho, pero... — él me interrumpió con un suspiró.
ya se que me vas a decir; que no querés nada conmigo y que volviste con Jaden, ¿no? — dijo con ironía.
bajé la mirada.
yo a vos te quiero mucho, pero a Jaden lo amo, y vos lo sabes. — intenté hacerlo comprender, pero notaba como ya empezaba a enojarse.
¿y para que mierda me decís que me vas a dar una oportunidad? — me sobresalté cuando subió el tono de voz, levantándose de la cama. — él te hizo daño, Emilia, y no se qué te hace pensar que no va a volver a hacerlo. Jaden es así, y no lo vas a poder cambiar. — no voy a mentir, sus palabras me dolieron.
sabes que estaba confundida en ese momento, y yo se que Jaden no me va a volver a hacer daño. — yo también empezaba a enojarme.
mira, hace lo que quieras, pero ya vas a venir llorando cuando Jaden te lastime otra vez. — tenso la mandíbula.
me levanté y bajé corriendo las escaleras para después salir de la casa.
yo quería que todo quede bien, pero al parecer no iba a poder ser así.
pedí un taxi y cuando llegó, me subí y le indique la dirección de casa.
cuando llegué, saludé a mí familia.
cenamos y después subí a mí habitación a dormir.
hice mí rutina de noche y me acosté ya para dormir, pero el sonido de una notificación me lo impidió.
bufé pensando "quien podría molestar a estas horas" pero ese pensamiento se esfumó al ver el nombre de Jaden en la pantalla.
"mañana puedo ir a tu casa?"
"buenas noches, rubia. te quiero mucho 💓"
sonreí como boba antes de responder.
"si, vení a mí casa a eso de las 4"
"lo más seguro es que no haya nadie a esa hora"
"buenas noches, Jae. yo te quiero más"
me fui a dormir, después de mucho tiempo, feliz.
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- Vera 💌
edité el capítulo anterior porque me dí cuenta que me faltó poner algo.
sigo con el bloqueo, así que dudo poder terminar la historia antes de las vacaciones 😔
