Pervertido y consentido

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La primera vez que Jung Hoseok descubrió que tenía emociones fue cuando tenía doce años y Taehyung diez, tenía dos años en la mansión de los Kim y, pese a todos sus pronósticos, aún no había asesinado al niño mimado. Este era como chicle para él, era demasiado pegajoso y molesto. Sin embargo, aprendió a dominarlo, era el único que en privado le trataba como quería. Taehyung era al único que le hacía caso e incluso sus padres le pedían a Hoseok ayuda cuando necesitaban que su hijo hiciera algo que no deseaba.

La cuestión es que, una tarde Hoseok estaba leyendo un libro de la historia de la  danza, había acabado sus deberes y decidió descansar, ese día su amo tenía clases de pintura, Hoseok no entendía cómo seguían gastando en esas clases cuando los dibujos y pinturas de Taehyung parecían hechos por un bebé de un año, pero en fin era el dinero de los Kim y ellos gastaban en lo que deseaban. De pronto escuchó los llantos de Taehyung, supuso que era algún problema de caprichos, pero cuando llegó al lugar desde donde provenía el ruido, los vio. Minji y Woo se burlaban de un dibujo que había hecho Taehyung y este lo abrazaba en su pecho aquel dibujo que Hoseok suponía era terrible.

— ¡No es verdad!

— Eres bien menso Taehyung, ese garabato no se parece a Hoseok, parece el tumor de un tumor.─ le decía Minji con aquellas carcajadas que le provocaban dolor al corazoncito de Taehyung quien había llegado feliz buscando a Hoseok para entregarle su dibujo.

—Minji, eres demasiado generosa con tus palabras.─ Woo reía sin parar sosteniéndose el estómago. 

— No es cierto, allí están sus hoyuelos y su sonrisa de corazón...

Woo se lo arrebató y reía viendo que no había nada que pareciera a Hoseok. Cuando Hoseok vio aquella escena experimentó la furia, se acercó rápidamente a ellos y agarró a Woo del cuello y a Minji del cabello, odiaba el cabello perfecto de esta, Taehyung sollozaba y se limpiaba las lágrimas.

—Malditos hijos de puta,  denle su dibujo ahora mismo antes que ustedes queden como un tumor y créanme que sus estúpidos existencias me valen mierda.

Dijo en aquel tono frío, pero su mirada parecía lanzar fuego, Woo se lo devolvió y Taehyung hizo un puchero y comenzó a quitar las arrugas del papel. Hoseok los puso bruscamente de rodillas frente a su amo y estos gritaban por el dolor que ejercía Hoseok en su cabello y cuello.

— Pidan perdón ahora mismo, antes de que mis manos accidentalmente arranquen cabello o lesionen cuello.

— Tae lo siento, perdón por lo que decimos...

— Esfuérzate más Woo, no me convence.

Dijo Taehyung, Hoseok presionó más y estos se disculparon: "Perdónanos por no apreciar tus obras de arte, esos dibujos son excepcionales." Taehyung les disculpó y Hoseok les soltó, estos corrieron alejándose suficiente de Hoseok par luego gritarle. — Le diremos a nuestros padres para que...

—¿A sí? Vayan pedazos de mierda que yo les diré lo que hicieron con la cámara de Jungkook.

Los dos abrieron los ojos desmesuradamente y luego corrieron lejos del lugar. Taehyung se acercó a Hoseok abrazándolo como siempre lo hacía, pero está vez le dio un beso en la mejilla. Luego le hizo entrega del dibujo, en efecto era una mierda, pero Hoseok vio que los ojos de aquel dibujo parecían brillar como el sol y la boca era un corazón. Taehyung había hecho un dibujo atribuyendo objetos o sentimientos que solo él veía en Hoseok. Entonces Hoseok entendió que solo Taehyung podía hacerle experimentar emociones, lo tomó y lo dobló guardándolo en una billetera, que Taehyung le había obsequiado en su cumpleaños, y luego le dio un beso en la frente.

— ¿Te gustó Hobi?

— Si, eres todo un artista.─ dijo  mientras acarició su cabello, Taehyung sonrió en grande al ver aquel gesto.

Lay all your love on meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora