LAS HERMANAS BLACK

EL ARMARIO EVANESCENTE

"26"

Alice

Mientras los chicos y yo nos dirigíamos a Hogsmeade, Hermione y Harry discutían sobre el libro del Príncipe Mestizo.

—Llevas semanas con ese libro, Harry, prácticamente duermes con él —dijo Hermione, cruzándose de brazos—. ¿Y aun así no quieres saber quién es el Príncipe Mestizo?

—Ya te dije que no tengo curiosidad —respondió Harry con fastidio—. Y no duermo con él.

—Bueno, eso es cierto —intervino Ron con una sonrisa burlona—. Antes al menos charlábamos un poco antes de dormir, pero ahora solo lees ese maldito libro.

—Pues yo sí tenía curiosidad, así que fui a... —Hermione comenzó a hablar, pero la interrumpimos al unísono.

—A la biblioteca —dijimos los tres al mismo tiempo.

—¿Y qué encontraste? —pregunté, mirándola con interés.

—Nada. ¡No encontré nada! —exclamó, frustrada.

Suspiré, ya un poco harta de tanta vuelta con el tema.

—Bueno, ahí tienes la respuesta. Dejemos de buscar sobre él.

Harry, sin prestar atención, se detuvo de repente al notar la presencia de cierto profesor.

—¿Alguien quiere una cerveza de mantequilla? —preguntó de la nada, provocando que los tres nos miráramos confundidos.

Una vez en Las Tres Escobas, nos sentamos cerca del profesor Slughorn, probablemente porque Harry quería escuchar su conversación. Sin embargo, durante el rato que estuvimos allí, nos hizo cambiar de mesa varias veces. Fue en uno de esos movimientos cuando vimos a Lyra y Draco dirigirse discretamente a una habitación.

Mientras Ron y Hermione debatían sobre algo trivial, Harry se acercó al profesor Slughorn.

—¡Hola, Harry! —lo saludó efusivamente el profesor.

—Hola, señor. Qué bueno verlo —respondió Harry con una sonrisa.

—Lo mismo digo, lo mismo digo —dijo Slughorn, radiante.

—¿Qué lo trae por aquí?

Mientras charlaban, un descuido con los vasos terminó con Hermione salpicada con un poco de cerveza. Contuve la risa con esfuerzo.

Antes de retirarse, el profesor nos extendió una invitación a una de sus famosas cenas, de esas que solía organizar en sus clases anteriores. Invitó a todos... excepto a Ron.

—¿A qué estás jugando? —le preguntó Ron a Harry en cuanto Slughorn se alejó.

—Dumbledore me pidió que me le acercara.

—¿Acercarte? —lo miré con curiosidad.

—No lo sé, pero debe ser importante. Si no lo fuera, Dumbledore no me lo pediría.

Justo al terminar de hablar, Hermione se bebió su cerveza de un solo trago... y terminó con la boca manchada de espuma.

— Tienes un poco de... —Ron hace una seña en su boca para que supiera a qué se refería, Hermione apenada y decepcionada se limpia rápidamente.

Íbamos de regreso al castillo, teniendo una Hermione muy feliz y tambaleante a mi lado abrazándonos, cuando nos detenemos al escuchar un grito desgarrador.

— Se lo advertí. Le advertí que no lo tocará —dice la chica asustada.

Su amiga estaba tirada en el suelo, empezó a moverse y flotó por los aires dejándonos a todos estupefactos, de repente cayó con agresividad.