"24"
El traqueteo del Expreso de Hogwarts resonaba suavemente en los vagones cuando una densa nube de humo negro irrumpió en el compartimento de los Slytherin.
—¿Qué fue eso? —Draco se puso de pie con el ceño fruncido, la varita lista en la mano.
—No lo sé —respondió Blaise, mirando a su alrededor, visiblemente molesto.
—Cálmense, seguro fue algún tonto de primer año —intervino Pansy, rodando los ojos—. Ven, Draco, siéntate. Ya casi llegamos.
El rubio, aunque aún alerta, obedeció con una exhalación pesada. Se dejó caer en el asiento junto a Lyra, quien mantenía el rostro cubierto con las manos.
—Hogwarts... ¿cómo pueden llamar eso escuela? —masculló con desdén—. Creo que preferiría tirarme de la Torre de Astronomía antes que volver.
—Basta, no digas esas cosas —Lyra lo miró con severidad, sus ojos brillando con un destello de advertencia—. Solo tenemos que aguantar hasta que nos digan qué hacer.
Draco desvió la mirada, pero no discutió. En cambio, Lyra sintió un ligero movimiento sobre ellos. Un escalofrío recorrió su espalda. Despacio, giró el rostro para observar de reojo a Draco. Algo, o alguien, estaba allí.
Cuando el tren finalmente llegó a Hogwarts, los estudiantes comenzaron a descender en tropel. Sin embargo, Lyra se quedó sentada, esperando.
—Adelántense —Draco ordenó a los demás Slytherin, sin apartar la vista de Lyra.
—¿Qué pasa? —preguntó él, bajando la voz.
Lyra señaló sutilmente hacia arriba. No hizo falta más explicación. Draco entendió al instante.
Con movimientos calculados, cerró la puerta del compartimento y corrió las cortinas de las ventanas. Luego, con una mueca de satisfacción, alzó su varita.
—No te enseñaron modales en casa, ¿eh, Potter? Es de mala educación espiar. —Su tono destilaba burla antes de conjurar—: ¡Petrificus Totalus!
Se escuchó un fuerte golpe cuando el cuerpo de Harry se desplomó al suelo. Lyra, sin titubeos, apuntó con su varita y retiró la capa de invisibilidad que lo cubría.
—Qué sorpresa —murmuró Draco con una sonrisa cruel antes de inclinarse y propinarle una patada en la nariz—. Eso fue por mi padre.
Lyra cerró los ojos con un leve suspiro. No era que desaprobara la agresividad de Draco, pero en ese momento, lo único que le importaba era sacarlo de ahí.
Draco cubrió de nuevo a Harry con la capa, asegurándose de que nadie lo viera, y salieron del tren, uniéndose a los demás Slytherin.
En los terrenos de Hogwarts
El aire nocturno estaba cargado de tensión cuando los estudiantes avanzaban hacia el castillo. Frente a la entrada, el profesor Flitwick revisaba minuciosamente los nombres de los alumnos, mientras varios aurores inspeccionaban sus pertenencias.
Draco caminaba con los hombros tensos, la mirada oscurecida por la preocupación. Lyra lo sintió al instante y, sin dudar, deslizó su mano entre la de él, entrelazando sus dedos.
—Tranquilo —susurró con suavidad—. No hay de qué preocuparse.
Draco suspiró, pero no soltó su agarre.
—Todo esto me inquieta —murmuró, con la voz cargada de tensión—. La tarea que me dio tu padre... Lyra, yo no sé si...
Lyra se detuvo y se giró hacia él. Sus dedos apretaron con más fuerza su mano.
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LAS HERMANAS BLACK
FantasyDos hermanas, hijas del mismísimo Sirius Black, vivirán su propia historia dentro de Hogwarts. Entre amistad, amor, traición y la guerra que se avecina, nada será igual cuando descubran la verdad detrás de su apellido. Porque a veces, ser amiga del...
