SEGUNDA PRUEBA

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"12"

El día estaba en marcha y la mayoría de los participantes ya había logrado descifrar el enigma del huevo dorado. Sin embargo, un joven con gafas se encontraba charlando con sus amigas sobre la situación cuando de repente una voz familiar interrumpió su conversación.

¡Oigan chicos! —Alice voltea rápidamente y sonríe al ver quien es, Harry empieza a caminar para evitarlo.

—Cedric —Alice dice con una sonrisa.

—Linda —mira a Alice sonriendo para después dirigir su vista a Harry— Potter espera —lo toma del brazo.

Cedric —responde de mala gana.

¿Cómo estás? —pregunto.

—Bien —contestó con sequedad.

—Nunca te di las gracias por avisarme sobre los dragones.

—Olvídalo —comentó sin importancia—. Tú hubieras hecho lo mismo.

—Exactamente —mirar a Lyra y a Harry— ¿conocen el baño de los prefectos del quinto piso?

—Claro que lo conocemos —responde Lyra al recordar lo que hicieron en segundo año.

—No es un mal lugar para tomar un baño —dice Cedric.

Lyra y Harry observaron de manera extraña, mientras Cedric se marchaba y Alice decidía seguirlo.

— ¿Vamos? —dijo Cedric extendiéndole la mano a Alice.

Vamos —Alice contesto tomándosela.

¿Qué crees que significa eso? —Lyra pregunta mirando al huevo que tenía en su mano.

—Que esos dos ya tienen algo —contesto molesto Harry— eso es injusto.

— ¿Que? —exclamó mirándolo raro— hablo del huevo... los baños... ¿de qué hablas tú?

—Ah eso, olvídalo —rio nervioso— no sé, hay que ir.

Lyra asintió confundida.

Acordaron encontrarse en una hora en los baños de los prefectos, antes de dirigirse a sus respectivas salas comunes.

(•••)

Una vez en los baños, los chicos esperaban pacientemente a que una de las tinas se llenara para poder sumergirse en el agua.

—Esto resulta bastante incómodo —comentó Lyra mientras introducía sus pies lentamente—. Antes de que dejaras de gustarme, habría sido maravilloso.

—Un poco, sí —respondió Harry—. ¿Qué? ¿Te gustaba?

—Sí, desde el primer hasta el tercer año —dijo mientras lo miraba—. De hecho, este año también me gustabas, pero Draco hizo que eso cambiara. Ahora me gusta él.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?

—Porque era evidente que no te interesaba y que la persona a la que mirabas como hubiera querido que me miraras era a mi hermana; ella te gustaba, o más bien, todavía te gusta.

—Sí... desde la primera vez que la vi —Harry bajó la mirada—. Lo siento

—Está bien, con razón siempre la evitabas y ahora está Cedric... —Harry hizo una mueca sin decir nada—. Pero bueno —sonrió— ahora estamos un poco locos con esto.

—Si... hay que abrir el huevo —Harry dice nervioso.

Entre ambos, abrieron el huevo, el cual emitió un agudo y doloroso chirrido que parecía capaz de hacer estallar los tímpanos. Con gestos de dolor, lo cerraron de inmediato.

LAS HERMANAS BLACKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora