Capítulo 27

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Alina mantiene su vista fija en el nuevo amplificador que adquirió hace tan solo un par de días y se mantiene sumida en sus pensamientos o al menos hasta que se ve interrumpida por Mal que se aproxima hacia ella con una enorme sonrisa en su rostro.

—¿Estás lista para vencer la sombra?

—Estoy lista para vencer el mundo.

—No hace falta tanto. Solo hay que vencer a los que nos persiguen.

—Por eso, al mundo.

—Nos mantendré alejados de todos, pronto estaremos solos otra vez.

—¿Quién dice que estarán solos? —interroga Sturmhond a espaldas del rastreador, interrumpiendo su conversación—. Quiero estar en la primera fila, gracias. Además, el rey esta más allá de la sombra, al igual que mi pago.

—Nos vendría bien tu arsenal —agrega Mal.

—¿Tienes un carruaje blindado?

—¿Carruaje? —replica el corsario, con diversion en su voz— Viajar por tierra es aburrido y tomaría días. Vengan.

Sturmhond se dirige hasta el mástil con la palanca que con anterioridad había logrado capturar la atención del rastreador.

—¡Prepárense para el desacople!

Los gemelos se unen rápidamente a ellos, al igual que uno de los vendavales de la tripulación. Al tomar la palanca el capitán la desliza hacia abajo y la superficie comienza a moverse, causando en Alina la sensación de que estaba por caer contra el suelo. Con ayuda de Kovu el vendaval una de las velas comienza a abrirse con ayuda del viento y la parte del barco en que se encuentra Alina comienza a elevarse, por lo que la invocadora corre rápidamente a buscar un lugar donde sentarse y quedarse con los ojos abiertos, pues aquella nueva experiencia causa un fuerte miedo al pensar en la posibilidad de que algo podría salir muy mal.

—Alina, debes ver esto.

—No, no es necesario.

—Créeme, debes verlo.

Mal se aproxima hasta ella, poniéndola de pie y guiándola hasta la borda. Al estar ahi con desconfianza de que podrá observar, Alina finalmente abre los ojos y se encuentra con la vista de un paisaje sumamente hermoso.

—¿Como es posible?

—¿Esperaban menos? —cuestiona Sturmhond al ver los rostros de asombro y felicidad de la invocadora y el rastreador— Como si no me conocieran —el corsario se pone de pie junto a Alina— Años y años de diseños y varios prototipos estrellados.

—¿Estrellados?

—Lo llamo "Ruiseñor".

—Capitan, la sombra está a la vista —informa Tamar.

—Siguiente parada... el destino.

Frente a ellos se encuentra la inmensidad de la sombra tan atemorizante y aterradora como lo ha sido desde su creación hace 100 años. En el interior de la sombra una fuerte avalancha de recuerdos viene de golpe a Alina y el haber escuchado decir a Mal que odia aquel lugar no la ayuda a controlar los nervios que siente al estar en aquel lugar.

—¿Segura que estas lista? —le interroga Mal.

—Estoy más fuerte que nunca. Es mi oportunidad de erradicarla para siempre.

Alina se coloca de pie hasta el frente der "Ruiseñor" y al extender sus brazos la luz comienza a hacerse presente con fuerza logrando iluminar el interior de la sombra de una manera tan distinta a la última vez. La satisfacción de poder invocar su poder causa en la invocadora una increíble sensación de placer y fuerza o al menos era así hasta que la luz comienza a desvanecerse y como una especie de susurro Alina logra escuchar la voz de la invocadora de sombras. <<¿Creíste que destruir la sombras sería una tarea sencilla?>>. Mal logra ver en el rostro de Alina que las cosas no van muy bien por lo que se aproxima solo un poco a ella.

How Villains Are MadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora