Capítulo 21

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La invocadora se despierta de golpe, levantándose con brusquedad del sofa y observa que los rayos del sol ya comienzan a entrar por la ventana. Por la expresión de su rostro y en la manera que despertó logra llamar la atención del Inferni que ya se encuentra cambiado de ropa y bebiendo una taza de café.

—¡Hey! ¿Estas bien?

Aiyana se queda observando a Nasir sin responderle, solo pensando en aquellas últimas palabras <<Volveré por ti, lo prometo>>.

—¿Estas bien?

—Si, perdón por asustarte.

—¿Segura?

—Si.

—Bien, oye solo quiero comentarte que Gonzo salió muy temprano esta mañana para ir a ver s u hermana y descuida no fue solo, Kenina lo acompaña.

—Gracias.

—¿Segura que estas bien?

—Si, tranquilo. No pasa nada.

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Gonzo y Kenina se encuentran llegando de nuevo al escondite de los cuervos en Black Veil, durante el camino ambos mortificadores fueron charlando y conociéndose un poco más. Además de que trataron de ir lo más discretos posibles por las calles del Barril para evitar que Pekka Rollins los encontrara. Al ingresar al lugar se encuentran solo con Inej, quien está cambiándose los vendajes.

—¿Estas bien?

—Si, ¿y tú?

—También, ¿Dónde estabas?

—Investigue al asesino de Pekka. Mi espadero le provee cuchillos para cortar hueso y carne.

—Herramientas de taxidermia.

—Se llama Mogens. Tengo su dirección.

—Irás a buscarlo, ¿cierto? —Inej solo observa su hermano y Gonzo toma aquella mirada como respuesta—. Claro que si lo harás —pone los ojos en blanco.

—Casi te mata.

—A ti también, Inej. Ni pienses que te jare ir a buscar a ese hombre, puede volver a hacerte daño de nuevo...

—No me interesa.

—Escucha —se pone de pie frente a ella, para verse de cara a cara—. No quiero que tus manos se manchen de sangre y menos por alguien llamado Mogens. Lo quieres muerto, yo también, por que se atrevió a lastimarte.

—¿Y piensas mancharte las manos por mí?

—Inej —agacha por unos segundos la mirada— he hecho cosas horribles de las que prefiero no contarte. Mis manos ya están manchadas y no me importaría mancharlas con un poco más de sangre por ti. Haría cualquier cosa por ti, te perdí por mucho tiempo y no quiero volver a tenerte lejos nunca más y si quieres verlo morir con tus propios ojos bien, te dejare acompañarme, pero tú no pelearas con él, no permitiré que te haga daño una vez más, no permitiré que ensucies tus manos.

Ambos permanecen en silencio por unos minutos, Inej evita observar a Gonzo, mientras que el la observa con atención y por lo que ve decide que algo no anda bien, que hay algo que su hermana no se atreve a decir.

—Podemos idear algún pla...

—Mis manos ya están manchadas —confiesa Inej, interrumpiendo a su hermano y dejándolo perplejo por lo que acaba de escuchar—. Todo este tiempo trate de mantenerlas limpias, pero al final terminaron llenas de sangre.

—¿Cuantos? —la sujeta con ternura de la mano, tratando de reconfortarla sabiendo que el decir la verdad fue difícil para ella. A pesar del tiempo separados Inej seguía siendo la misma a la que el recordaba, la misma con la que dormía, con la que jugaba y con la que se pelaba por el mejor postre después de comer.

How Villains Are MadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora