El desayuno olía delicioso, nunca me hubiese imaginado que Wally tuviera semejante habilidad para la cocina; me hacía sentir un poco de envidia, mis dotes culinarios no eran la gran cosa pero al menos podía sobrevivir por mi cuenta. A lo mejor si a mi mamá le hubiera gustado cocinar yo sabría un par de recetas envidiables, pero no era el caso; siempre tuve el apoyo del internet y los amables cocineros que subían sus tutoriales, de no ser por ellos probablemente viviría de sopas instantáneas y almuerzos preparados.
Sin embargo, con la nula conexión que había aquí, me estaba empezando a preocupar por mis futuras comidas. Debería pedirle a Frank algún libro de recetas o ir con Poppy para pedirle que me enseñe a cocinar, ella también tiene una gran sazón.
El desayuno era increíble, no había otra forma de poder describirlo; Wally se las había arreglado para hacer huevos, tocino, waffles y un cóctel de frutas, todo eso antes de que despertara. Me sentía algo triste de no poder desayunar con Howdy y Sally, pero seguramente ellos tenían cosas qué hacer y lo entendía. Howdy, siendo dueño de la única tienda en el vecindario, seguramente debía abrir temprano para acomodar las cosas y dar un buen servicio. Y Sally, con su emoción de ayer con la nueva obra teatral, probablemente estaría llenando su libreta con ideas. Mientras que con Julie... Bueno, agradecía de que se hubiese ido. Las cosas hubiesen sido terriblemente incómodas con los tres aquí.
Alcé la mirada un momento, notando a un sonriente Wally observando su plato lleno de comida, y cuando estiré mi mano para alcanzar la taza del café, tumbé accidentalmente un tenedor.
—Ah —me incliné hacia debajo de la mesa, tomando el cubierto de metal que terminó a un lado de los pies de Wally, y al regresar me sorprendí de que el plato de él estuviera casi vacío; ya no había waffles, ni siquiera algo del cóctel de frutas en éste, lo único que quedaba eran migajas—. Oh, wow.
—Me tendrás que disculpar, vecino —pasó elegantemente una servilleta por sus labios, aunque no pareciera que lo necesitara en realidad, y arrastró ligeramente la silla hacia atrás para poder levantarse—, pero ¿podrías permitirme el baño un momento?
—Claro —arrastré la palabra sin seguridad, aún no podía entender cómo fue que Wally había conseguido comer tan rápido, lo seguí con la mirada hasta que desapareció al doblar por el pasillo y observé el teléfono que parecía más un juguete que uno de verdad, aún necesitaba llamar a mi mamá.
Me comí lo último que quedaba en mi plato y dejé las cosas en el fregadero, después lavaría los platos y cada uno de los utensilios que Wally usó para hacer el desayuno. Hablando de lavar cosas, ¿no había algo en el baño que debía de limpiar?
¡Oh, no! ¡El mensaje de "bienvenida" de Julie en el espejo! ¿Cómo lo pude olvidar?
Corrí hacia el pasillo, con la esperanza de encontrarme a Wally fuera del baño, pero no fue el caso. Probablemente él ya se habría encontrado con las lindas palabras que Julie dejó especialmente para mí.
Suspiré profundamente, pensando cómo darle una explicación sin hacerme la víctima porque odiaría que Wally me tuviera lástima, y bajé la mirada al teléfono que estaba a centímetros de mí; algo se me ocurrirá, por ahora debería de aprovechar que él está en el baño para hacer esa llamada pendiente a mi mamá e informarle que todo estaba yendo bien en el nuevo vecindario.
Saqué mi celular del bolsillo del pantalón, me desplacé por mis contactos hasta dar con el número de mi mamá y, antes de que pudiera marcar los primeros dígitos, escuché la puerta del baño abrirse, haciendo que mi vista saliera disparada hacia Wally.
Él parecía estar tranquilo, no interrumpió el contacto visual cuando nuestras miradas se encontraron, se acercó lentamente hasta que hubiera un par de pasos de distancia entre los dos e hizo una diminuta sonrisa, tan pequeña que podría confundirse con una línea recta.
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Welcome Home, Goodbye Home. [Lectora x Wally]
Hayran KurguAcabo de mudarme a este pequeño pueblo desconocido, recomendado enormemente por un extraño que ya estaba harto de mis insoportables quejas sobre mi vida, y Wally fue el primero en recibirme gratamente al lugar. Aunque el lugar me parezca extraño, lo...