Mis Sueños Me Lo Dijeron.

Capítulo 1. Ese fue nuestro adiós.

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HACE CUATRO AÑOS...

Es fácil poder planear nuestros siguientes pasos para el futuro, pero no para todos el sol brilla de la misma manera. Los días en la preparatoria llegaron a su fin y la graduación estaba a tan solo un mes de ser; y junto con ello, los resultados a la universidad. La parte en la que todos toman caminos diferentes. Donde hay decisiones importantes que tomar.

Por eso, disfruté todos los momentos con mis amigos que fui haciendo durante esos años, muchos me dijeron que en la preparatoria es donde realmente conoces a tus verdaderos y así es, conocí a mis mejores amigos.

El mes paso demasiado rápido y ese día sería el ultimo para muchos de nosotros para vernos, incluyéndome en uno de ese grupo. Una noche antes habían salido los resultados y yo estaba con la esperanza de poder entrar a estudiar lo que me gusta, pero decidí mejor ir a dormir para descansar y despertar temprano para ver los resultados de la universidad.

Me llevé la sorpresa por la mañana de ver que no fui admitida, sentí una culpabilidad por no haberme esforzado como debí al momento de realizar el examen. Si me entristecí un poco, pero no dejaría que esto me pusiera más nostálgica por el acontecimiento que sucedería en unas horas.

Al estar lista, al igual que mi familia se estaba terminando de arreglar mientras esperaban a uno de mis tíos y a mi mejor amiga de la primaria. Yo tenía que irme primero, pues nos citaron cuarenta y cinco minutos antes; así que mi papá me llevo al lugar y me dejo con mis compañeros, pero también me ayudo a ponerme la toga. Ya que si no las teníamos puestas no nos iban a dejar a entrar o a decirnos cual era nuestro lugar.

Mi papá se fue a hacer unas ultimas cosa e ir por mi familia antes de la hora predeterminada que decía la invitación. Como de costumbre, estas cosas nunca comienzan a tiempo, nunca. Siempre es media hora o una hora después.

En fin.

Me encontré con mi grupo y no de amigos en especificó, pues la mayoría de mis compañeros ya estábamos esperando a que nos dejaran entrar a todos porque somos la mayoría. Me puse al lado de una de mis amigas, Ney y a mi otro lado se acercó Luis, y el resto de mis demás amigos estaba mezclado con ellos demás.

─Me dijeron que las sillas tienen nuestro número de lista, así que espero que se lo sepan y dejar los espacios libres para los que hacen faltan en llegar –nos informó Amira, y ella fue las que nos guío a la mayoría, pues ella ya sabía del lugar correspondiente para nosotros.

Al caminar detrás de mi amiga, no pude evitar voltear hacia atrás o hacía lo lados, sí, estaba buscando a alguien.

─¿No que no te importaba? –hablo a mis espaldas Luis.

─Estoy viendo si ya van llegando los demás, no es como que me importará mucho –respondí y lo miré por un momento.

─Pues no es lo que parece, te torcerás el cuello por estar buscándolo, además, estará sentado al lado de Ney –respondió.

─Lo sé, lo sé –suspire camino hacia los lugares principales.

Por mi parte, me dirigí a la segunda fila que es donde yo pertenecía. Al sentarme, saque mi celular y Ney se giró a verme haciendo llamar mi atención.

─¿Son tus papás? –preguntó. Levante mi mirada a ella y bloquee el celular.

Entrecerró sus ojos mirándome.

─Te juro que son mis papás.

Gire a mi alrededor y el lugar comenzó a llenarse cada vez más de las familias de todos los graduados. Trate de localizar a mis papás, pero mi nivel de ceguera no me lo permitió. Y no pasó mucho tiempo cuando la pantalla de mi celular se encendió mostrando el nombre de "Papá" , respondí y lo acerque a mi oreja.