Encajar

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Ji Eun.

No me había estado sintiendo bien, me tome la temperatura y la traía algo alta, tome un par de antivirales, y algo para bajar la fiebre.

Busque mi cubrebocas no quería enfermar a nadie en la casa, fui a despertar a Doyun como todos los días, pero su abuela ya se encontraba en la habitación.

—Ya no te necesita, yo me encargo.

—Esta bien señora Min.

Hice una reverencia, iba a salir de la habitación, pero sentí el abrazo de Doyun por detrás.

—Noona, ¿te sientes mal? Tus ojos se ven pequeños.

—Estoy bien mi niño, pero por ahora evita acercarte tanto.

Su abuela lo separo de mi —Si hijo, podrías contagiarte, será mejor que hoy la niñera se encargue de otras cosas, no la necesitamos mientras tu abuela esté aquí.

Se me hiso un nudo en la garganta, estoy muy acostumbrada ya a estar con Doyun, por eso mejor salí de la habitación para que no me viera las ganas de llorar, igual andaba un poco más sensible por la gripe.

—Ji Eun —la voz del ministro me saco de mis pensamientos —¿Estas bien? —se acerco y toco mi frente, la mujer que venia con la señora Min estaba a su lado, así que le quite la mano.

—No es nada grave ministro, al parecer mis servicios no son requeridos hoy, iré a la escuela a recoger algunas cosas, ¿si le parece bien?

—Preferiría que fueras al médico, y deja de decirme ministro por favor.

—Tal vez ella se sienta cómoda llamándolo así.

No suelo ser una persona agresiva, pero mi mirada de molestia no la pude evitar.

—Debemos de apresurarnos, se nos hace tarde para desayunar.

La señora Min venia de la mano con Doyun.

—No saldremos a desayunar, te dije que tengo trabajo más tarde —Yoongi objeto algo molesto —los acompañare aquí y es todo.

—El secretario Park me dijo que tu primera junta es a las doce así que podemos perfectamente salir a desayunar Jiyu escucho hablar del restaurante y quiere conocerlo.

Yo me comencé a retirar a la cocina, no me sentía cómoda, me sentía demasiado fuera de lugar, me seguía sintiendo como la niñera solamente. Tomé un jugo de naranja y salí sin más de la casa, prefería no inmiscuirme, el ministro ya tenía muchos problemas con su madre, además de que se que la señorita Kim esta aquí para ser un posible prospecto.

Jungkook había insistido en llevarme a la universidad, pero me negué en verdad no quiero mas excusas para que la señora Min hable de mí. Además, se andar en autobús y tengo la aplicación de Uber en mi teléfono, no debe de haber mayor problema.

La garganta me picaba un poco y tenia esa tos seca molesta, ajuste mi cubrebocas porque en verdad no deseaba contagiar a nadie, pase a la rectoría para recoger los resultados de mis exámenes.

—Me ha sorprendido lo mucho que subía de promedio, pensé que con el trabajo le seria más difícil el estudiar.

—La práctica ayuda demasiado.

—Se le escucha la garganta muy dañada, debería de irse a recostar, supongo que es su día libre.

—La madre del ministro esta en la ciudad y pidió encargarse de su nieto estos días, además tomo permiso del colegio para ausentarse.

—Entonces aproveche para descansar, tiene libre la siguiente dos semanas pues son de prácticas, y usted ya las esta tomando al servicio de los Min, así que no debe preocuparse tampoco por lo demás.

—Creo que le tomare la palabra, el resfrió me tomo por sorpresa.

Fui al baño a refrescarme el rostro un poco, parecía que la fiebre volvía, me estaba mareando un poco, pensé que mis defensas serian un poco mas altas, ahora siento que mi resfrió quiere matarme, no es común que me enferme, por eso estoy sintiéndome tan mal, camine demasiado despacio hasta la parada de autobús, pero en este estado jamás podría subir los escalones, así que mejor pediré un Uber.

Puse mi frente en el frio metal de los anuncios para que mi cabeza se refrescara un poco, mientras tomaba el teléfono, mi vista era algo borrosa, y podía sentí como mi respiración subía y bajaba demasiado rápido. Tenia algunos mensajes del ministro, pero no podía leerlos del todo, estaba empezando a desesperarme.

Hasta que escuche el sonido de una voz conocida que me llamaba a la lejanía, lo ultimo que recuerdo antes de desmayarme es el traje sastre acercándose hasta mí.

Mis ojos seguían sintiéndose pesados, escuchaba voces al fondo, intente moverme, pero mi cuerpo me seguía doliendo, la tos me hiso quejarme un poco y las personas que estaban conversando se acercaron hasta que logre enfocarlas.

—Señorita Bae, que bueno que reacciona.

—Señor Kim —me ardía la garganta demasiado.

—Evite esforzarse de más, tiene influenza bastante grave, debe tomar reposo por unos tres días, parece que también tiene algo de cansancio, le deje al señor Kim todo el tratamiento que necesita, además de que le aplique la primera inyección, trate de tomar muchos líquidos y los medicamentos como vienen en la receta, la fiebre no ha bajado del todo, le recomiendo otro baño de agua tibia más tarde.

Al parecer el sujeto era una especie de médico, no pude decir nada, solo agradecí con un asentamiento de cabeza, miré como se despidió del hombre moreno que ahora vestía con ropa informal.

—Se...

—Shh— se sentó en la cama y me toco la frente —debes descansar, te desmayaste en plena calle, mis hijos y yo te vimos por suerte —volví a toser y me acerco un vaso con agua, puso la pajilla en mi boca —bebe, descansa.

Bebi un poco y después intente sentarme, él señor Kim me ayudo, note que no tenia la misma ropa que al salir, ahora que lo recuerdo, el doctor dijo que debía de tomar otro baño de agua tibia.

¿Otro?

Eso quiere decir que ya tomé uno, esta ropa es claramente del señor Kim, ¿Cuántas horas habían pasado desde que me desmayé?

—Tranquila parece que viste un fantasma, si es por tu ropa, yo no te desnude por mas que me agrade la idea, de manera inconsciente no tiene ninguna gracias, mi servidumbre se encargo de ello, todas mujeres claro esta —vi que tomo mi teléfono — debes avisarle al ministro donde estas, no ha dejado de sonar con llamadas de él y de un tal Jungkook.

Lo tome tratando de aclarar mi garganta, no solo ni una sola vez cuando Yoongi contesto.

—¿DONDE ESTAS?

—Yo... —me agarre el cuello, en verdad dolía —estoy bien.

El señor Kim me quito el teléfono para contestar él —¿ministro? Tranquilo, esta conmigo, no puede hablar mucho en este momento esta con la voz algo lastimada —sonrió de manera traviesa mostrando un lindo par de hoyuelos, pero yo lo fulmine con la mirada —en mi casa naturalmente, el doctor dijo que debe reposar, así que ella puede descansar aquí sin problemas.

Pude escuchar los gritos del ministro sobresaliendo del teléfono, el señor Kim se notaba bastante entretenido.

—Pero te estoy haciendo un favor —encendió el televisor —es para que puedas pasear con tu nuevo prospecto de manera tranquila.

En las noticias se veían imágenes de Yoon abriendo la puerta del auto a la señorita Jiyu, debieron ser de esta mañana, al parecer si salieron almorzar los tres el encabezado de la noticia anunciaba "El ministro Min posiblemente enamorado de la violinista Kim Jiyu"

Detestaba las noticias amarillistas, aunque se que no es verdad, me duele demasiado lo bien que se ven juntos.






My nannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora