Huracan de emociones

728 110 18
                                    


JI Eun.

Yo comencé esto como mi primer trabajo, no pensando que tendría una propuesta de matrimonio, aun no le había contestado y no estaba segura de que contestarle, es menos de un año, pero en algo tiene razón esto ha evolucionado muy rápido, además el ministro ya no es un niño, es un hombre maduro que no se andaría con juegos con algo así.

Desearía no tener que pensar en todo esto, ni siquiera he terminado la universidad de niñeras, yo pensaba realizar esto como mi trabajo definitivo, no quería tener que pensar en un futuro romántico, una familia, un esposo, prefería ser la guía de los niños a los que cuidara.

Quisiera que me deje de doler la cabeza tanto. Una de las cosas buenas de esto, es que Doyun se notaba feliz, era un niño que ahora sonreía demasiado, cuando lo conocí muy apenas hablaba y si lo hacía era de manera seria y contestando de manera monosilábica.

Necesitaba un consejo y por eso había citado aun viejo amigo a verme a tomar un café. Era mi día libre asi que aprovecharía para ello, aunque ya extrañaba a Doyun demasiado.

—JiJi —Observe al chico castaño saludarme con gusto desde que entró al café.

Le dijo algo a la gerente regalándole su linda sonrisa cuadrada de toda la vida, casi corrió cuando lo dejaron pasar pero un paso antes de llegar a la silla, lo detuvieron mis escoltas.

—Déjenlo pasar, es amigo mío, es con quien me vere hoy.

—Debemos registrarlo.

—Ni se les ocurra —los fulmine con la mirada mientras me pare para tomar la muñeca de mi amigo y sentarlo a mi lado —te extrañe tanto Tete.

—Yo a ti —me regreso el abrazo, me apretó tan fuerte que me hizo soltar un risita —¿Qué haces ahora? ¿Por qué los guardias? Me quede con que serias niñera de Elite.

—Mi novio insiste en que salga con escoltas.

—¿Novio? —se acomodó dejando una bolsa a un lado de nosotros —por dios, debes de contarme demasiado.

Hicimos nuestro pedido y comenzamos a charlar, es tan sencillo hablar con él, como si el tiempo no hubiera pasado, ambos crecimos juntos en el mismo vecindario de niños, el solo vivía con su madre que siempre estaba trabajando, yo con mi tio que jamás se ocupó de mí, asi que ambos nos hacíamos compañía, yo me la pasaba más en su casa que en la mía, por lo que nos trataban como hermanos. Taehyung es dos años mayor que yo, por lo que lo veo como una persona a la cual me puedo acercar para pedirle consejos.

—Eres el cliché completo —dijo alzando las cejas para tomar un trozo de pastel —me sorprendiste ahora sí.

—No te burles, en serio no sé qué hacer —mi cabeza se fue directamente a la mesa —me gustaba tener mis planes, ahora no sé qué rumbo tomara mi vida.

—Lo importante aquí es ¿eres feliz?

—Si —dije sin pensarlo —El ministro es maravilloso y Doyun es un gran niño, es difícil no amarlos.

—Ahí tienes tu respuesta, pero primero que nada, deja de decirle Ministro, eres su pareja oficialmente, puedes ponerle apodos cursis y esas cosas.

—¿No crees que me estoy apresurando?

—Vida solo hay una, si todo falla, no estás sola, tienes en quien apoyarte, sabes que cuentas conmigo.

—Gracias Tete.

Mi teléfono sonó y mire que era el secretario Park, me pareció extraño que me marcara, conteste pensando que algo malo le había pasado al ministro.

My nannyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora