La luz consigue desvelarme. Abro los ojos poco a poco y no puedo evitar mirar a mi alrededor. Vaya, la casa es muy bonita. Esperaba un pisito de soltero, un pequeño caos un poco sucio pero no. Estoy en la bohardilla, tiene aquí una especie de salón chiquitín y una pequeña cama. ¿A cuántas chicas habrá traído aquí? -pienso. He dormido fatal. Bueno, he dormido, no se si reír al pensar eso. Dormía, me despertaba, me volvía a dormir... así toda la noche. Escucho música de fondo, no reconozco al artista pero tiene un sonido como de jazz. Me recojo el pelo con un pequeño moño y voy al baño. Qué pintas llevo. Bajo las escaleras descalza y con cuidado porque con lo torpe que soy no me extrañaría caerme y haría el ridículo de una manera muy curiosa pero sin gracia, al menos para mí. Veo a Pablo bailando muy animado mientras friega los platos y no puedo evitar sonreír como una tonta.
-Buenos días bailarín -digo casi chillando y se gira rápidamente-. ¿Sueles ir siempre así para dormir?
-Buenos días. Sí, ¿no te gustan estos calzoncillos? Los tengo verdes si los prefieres -me dice sonriente-.
-Nah, ese azul te queda perfecto -se echó a reír-.
-¿Cómo has dormido Anna?
-Bueno, bien... Oye, gracias por la cena. Bueno, y por dejarme dormir aquí y todo esto. Voy a llamar a mi padre para ver como soluciono los billetes de tren o bus o... no sé, lo que sea.
-¿No vas a quedarte? -me dijo mientras comía su tostada-.
-¿Podrías cerrar la boca mientras me hablas? Qué asco, he visto toooda tu tostada troceada... -se empezó a reír fuerte y abrió la boca dejando ver toda la comida y acostándose encima mía- Quita, quita. ¡Ahhh! -me hizo cosquillas- Para, por favor, para -dejó de hacerme cosquillas, menos mal-. No, Pablo, no puedo estar aquí, sola, sin dinero suficiente y sin... sin nadie. Verás, anoche... el día de ayer pudo conmigo y solo necesitaba desconectar y un graaaan abrazo y me sentí tan perdida... No se me da bien ser un alma solitaria. Además, yo vine aquí por estar con ellas, no hay nada que me ate a quedarme.
-¡Qué mentirosa! Reconoce que te quedarías si yo te lo pidiese -me guiñó el ojo y no pude evitar reír-.
-Pablo, ni nos conocemos. Dime, ¿qué coño hago yo aquí, en tu casa, en casa de alguien que solo sé que se llama Pablo?
-Y que duermo en calzoncillos.
-Y que duermes en calzoncillos.
-Y que me gusta la cerveza y la comida china -continuó-.
-Pablo, no se nada de ti ni tú de mi. Podría ser una ladrona que solo quiere saquearte la casa.
-Qué va, mujer, tú no eres así. Anna, estamos a lunes. Hagamos un trato, ¿vale?
-Propón.
-Mira, tú llama a tu padre si te apetece hablar con él un rato, pero no le pidas billetes de nada. Quédate aquí un par de días, déjame que te haga un tour por aquí y déjame conocerte y que me conozcas, claro. ¿Te parece bien?
-Con una condición: que me digas por qué estás haciendo esto.
-No quiero hacerte daño.
-Pues gracias por todo y has... -me cortó-.
-No. Sé por qué tus amigas te dejaron tirada la otra noche. Y me cabrea que lo hicieran pero más me cabrea que al día siguiente te mandaran a la mierda.
-Pablo... ¿qué es lo que pasó?
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Enamórate de Barcelona
RomanceMe presento, soy Anna y solo vengo a contar una historia más. No sabría deciros si buena o mala pero... si me enseñó, y mucho. ¿Más cosas sobre mí? Pues soy morena, tengo los ojos azules, soy muy persistente, vergonzosa y alegre, si te detienes a co...