Pequeño lobo arrepentido.

19. Desastes naturales y calamidades humanas.

El grupo de personas se ocupó en recolectar suministros y prepararse para el fin del mundo. Durante ese tiempo, Zhang Zhi estuvo ocupado tramitando los procedimientos necesarios, y no sabía si su cuerpo aguantaría tanta actividad. Además, para que Zhang Zhi se adaptara lo más rápido posible al mundo apocalíptico, Qin Chi también tenía que hacer más planes. Después de pensarlo un poco, sacó una pistola y un arma automática del coche, y planeaba llevarlas de vuelta para que Zhang Zhi pudiera practicar con ellas.

Después de varias horas, Baping fue el primero en regresar con un pequeño carro lleno de arroz, harina y otros suministros, que Qin Chi y él distribuyeron en dos cajas de almacenamiento antes de salir a comprar más cosas. Poco después, Wen Jia volvió con un refrigerador y un generador portátil. Como el espacio de almacenamiento de la caja de Lao Yuan era mucho más pequeña, todo se guardó en la caja de almacenamiento de Qin Chi.

Solo tener un generador no era suficiente; también se necesitaba aceite y circuitos eléctricos relacionados. Wen Jia se sentó en el suelo y estuvo trabajando durante un buen rato hasta que finalmente logró hacer una tabla de fricción que pudiera ser utilizada para alimentar el refrigerador y otros dispositivos.

El refrigerador podía almacenar algunos alimentos congelados como empanadillas y bolas de masa hervida, así como carne de cerdo y de vaca que se podía comprar y congelar. Si alguien quería comer, podía sacarlo directamente del refrigerador.

Por la noche, Mu Zi compró un carro lleno de snacks, pero Wen Jia no le permitió ponerlos en la caja de almacenamiento hasta que todos los suministros necesarios estuvieran almacenados. Solo si había espacio disponible podrían llevarse los snacks.

Aunque Mu Zi se quejó verbalmente, sabía que los snacks no eran necesarios y que no había necesidad de ser tan caprichoso.

Baping y Lao Yuan regresaron uno tras otro con muchos suministros. Lao Yuan compró tantos productos que una parte no llegaría hasta mañana, por lo que tuvieron que detenerse allí por hoy.

Con todo empaquetado y listo, Qin Chi los llevó de camino al hotel a empaquetar algunas comidas, y así no tener que cocinar a la vuelta.

Cuando llegaron a casa, Zhang Zhi estaba en la sala leyendo una revista.

-Zhi ge, he vuelto. -Qin Chi se cambió los zapatos en la puerta y entró, dejando la comida en la cocina antes de salir, rodeando con el brazo a Zhang Zhi y presentándolo ante la multitud-. Lao Yuan, permítanme presentarles a mi esposo, Zhang Zhi.

Lao Yuan escupió en la palma de su mano, se frotó el cabello desordenado y sonrió ampliamente mientras miraba a Zhang Zhi.

-Hola, soy Lao Yuan, el hermano mayor de Xiao Qin. Puedes llamarme Lao Yuan.

Wen Jia y los demás también se presentaron, charlaron con Zhang Zhi, y se conocieron un poco mejor.

Si bien Zhang Zhi estaba un poco nervioso al ser presentado tan formalmente ante los amigos de Qin Chi por primera vez, mantuvo una actitud tranquila y fría que le daba un aire de autoridad como jefe de empresa, lo que creó una cierta sensación de distancia entre él y los demás.

Qin Chi se rió en secreto al ver esto, sabiendo que una vez que Zhang Zhi se hiciera amigo de Lao Yuan y los demás, serían tan cercanos que podrían compartir la misma ropa.

Después de eso, Qin Chi y Wen Jia calentaron la comida y todos comieron juntos alrededor de la mesa.

Después de conocer a Zhang Zhi, al principio Lao Yuan estaba un poco confundido, por qué Qin Chi, que era tan atractivo, se casaría con un beta tan común.

Lao Yuan y Qin Chi habían sido amigos durante varios años, y él sabía que Qin Chi estaba un poco obsesionado con la apariencia y le gustaban especialmente los omegas lindos y adorables. Era difícil de creer que Qin Chi terminaría casándose con alguien tan común como un beta.

Pero, después de pasar un tiempo con Zhang Zhi, Lao Yuan se dio cuenta claramente de que Zhang Zhi no era común en absoluto, de hecho era bastante excepcional. Como dueño de una empresa cotizada en la bolsa, Zhang Zhi tenía opiniones únicas sobre cualquier tema y no seguía a la multitud sin pensar. Era estable, tranquilo y sin malas intenciones, lo que lo hacía ver como una persona muy confiable.

Además, como una persona que era buena para leer las emociones y los sentimientos de los demás, Lao Yuan podía ver en los ojos de Zhang Zhi el profundo amor que tenía por Qin Chi, y estaba claro que no estaba actuando.

Con alguien que lo amaba tanto, no era de extrañar que Qin Chi, que era tan despreocupado, estuviera tan firmemente atrapado.

Después de un día agotador, todos estaban muy cansados.

Especialmente Lao Yuan y los demás, que acababan de regresar de la montaña y habían tenido que ir al pueblo natal de su compañero fallecido. Estaban polvorientos y cansados, y habían tenido que recolectar armas y municiones por todas partes. Una vez que llegaron a la ciudad de Luo, no tuvieron tiempo para descansar y tuvieron que organizar los suministros y luego seguir comprando más.

Después de cenar, nadie estaba de humor para charlar, así que cada uno se retiró a descansar a sus habitaciones.

Qin Chi regresó a su habitación después de bañarse, y se encontró a Zhang Zhi acostado en la cama leyendo noticias en su teléfono con una pequeña lámpara a su lado. Últimamente había habido desastres naturales en todas partes, desde terremotos y tsunamis que arrasaban pequeñas islas hasta tribus remotas afectadas por virus desconocidos que causaban muertes y heridos. Además, otros países también estaban experimentando desastres como huracanes, erupciones volcánicas e incendios forestales, lo que hacía que pareciera que el fin del mundo estaba cerca.

Zhang Zhi estaba preocupado, después de todo, si ocurriera un desastre, con su cuerpo debilitado no sería capaz de proteger a Qin Chi.

Sería mejor ahorrar tanto dinero como fuera posible y establecer contactos con los líderes de la ciudad, por si acaso algo sucediera, podrían escapar a tiempo.

Al ver a Zhang Zhi tan triste, Qin Chi también se preocupó. Si no fuera por sus responsabilidades, no tendría que pedirle a Zhang Zhi que arrastrara su cuerpo enfermo a la empresa para lidiar con los problemas de la familia Zhang. Si Zhang Zhi se enfermara de nuevo debido a eso, se odiaría a sí mismo por ello.

-Zhi Ge, ha sido duro para ti estos últimos dos días -dijo Qin Chi mientras se sentaba en la cama y acariciaba el rostro de Zhang Zhi-. Una vez que termine lo que tengo que hacer, no te haré trabajar más.

Zhang Zhi dejó su teléfono y sonrió levemente, luego susurró:

-Sé que estás haciendo algo a mis espaldas. Pero si tienes tus razones para no contármelo, no preguntaré. Pero Xiaochi, debes protegerte a ti mismo. Ultimamente las calles están peligrosas. No te alejes demasiado de mí. Si algo sucede, es posible que no pueda llegar a tiempo.

Qin Chi se congeló por un momento, y luego asintió con fuerza.

Después de un rato, los ojos de Qin Chi se llenaron de lágrimas y se lanzó hacia los brazos de Zhang Zhi como un niño, aferrándose a su cintura con fuerza.

Zhang Zhi no tuvo más remedio que darle unas palmaditas en la espalda y preguntar:

-¿Qué pasa? -¿Por qué de repente estás tan triste?

Qin Chi murmuró en voz baja-

-Zhi Ge, hacía mucho que no me llamabas 'Xiao Chi'.

Recordó cuando Zhang Zhi se convirtió en su tutor y lo educó en lugar de sus padres. Durante ese tiempo, estaba en su período rebelde y a menudo discutía con Zhang Zhi. Hubo momentos en que llegó a las manos, pero Zhang Zhi siempre lo toleró y nunca permitió que resultara herido, lo que lo llevó a volverse cada vez más desenfrenado.

Para Zhang Zhi, Qin Chi no solo era un huérfano dejado por su mentor, sino también un ser querido que no podía reemplazar a nadie más.

Al principio, Zhang Zhi lo llamaba "Xiao Chi" de manera cariñosa, pero después de que Qin Chi lo lastimara demasiado, comenzó a llamarlo por su nombre completo. Aunque fue Qin Chi quien pidió que no lo llamaran con un apodo, nadie podría entender cuán arrepentido estaba de ello.

Qin Chi se aferró a Zhang Zhi durante un rato, y los dos permanecieron en silencio.

Sin importar cuán difícil sea el futuro, Qin Chi creía que él y Zhang Zhi podrían sobrevivir juntos.