Pequeño lobo arrepentido.

24. El hospital.

Qin Chi entrelazó sus manos con las de Zhang Zhi y echó una última mirada profunda a la villa.

Dejar esta villa significaba que el desastre estaba por comenzar.

Sin embargo, no había nada que temer, él ya había experimentado la desesperación, nada en este mundo podría derrotarlo mientras Zhang Zhi y Lao Yuan estuvieran allí, él podría vencer cualquier peligro desconocido.

El todoterreno estaba estacionado en el garaje, Qin Chi se sentó en el asiento del conductor y Zhang Zhi se subió por el otro lado.

Aunque ya había conducido este vehículo antes y conocía su estructura interna, Zhang Zhi no pudo evitar sorprenderse por la preparación meticulosa de Qin Chi.

El coche estaba equipado con todo lo necesario, aparte del refrigerador pequeño y la tetera eléctrica, el enorme compartimento de carga era como una caja de tesoros, lleno de alimentos, medicinas y armas, incluso había ropa de asalto y botas de montaña.

Zhang Zhi tomó una chaqueta y la examinó cuidadosamente. Descubrió que no era del material común que se vende en el mercado, parecía ser una chaqueta de expedición diseñada para exploradores.

Había sido modificado con capucha, tenía una longitud tipo abrigo largo que llegaba hasta debajo de la pantorrilla y podía ser ajustado con un cinturón para facilitar el movimiento.

Esta chaqueta era muy ligera, ya que estaba hecha de un tejido comprimido impermeable y transpirable. Después de doblarla, era del tamaño de un paquete de papel higiénico, pero podía hacer frente a todo tipo de climas adversos, resistiendo la lluvia, la nieve y los rayos ultravioleta.

Es resistente y difícil de rasgar, incluso si uno intentara hacerlo con un cuchillo.

Esto también fue personalizado por Qin Chi. Además de esta chaqueta de asalto, también se hicieron más de treinta conjuntos de pantalones, zapatos y calcetines para Qin Chi, Zhang Zhi y Lao Yuan según su altura y peso.

También se hicieron varias chaquetas y abrigos de algodón con el mismo material para el invierno, diseñados para ser impermeables y cortavientos, además de ser cómodos y cálidos. Todo se almacenó en el espacio de carga para su uso en caso de emergencia.

Después de doblar la chaqueta, Zhang Zhi lo tiró de nuevo en el maletero, y luego fue a mirar a los otros artículos en el coche, con los ojos llenos de asombro.

Xiao Chi realmente... lo ha preparado todo.

Qin Chi vio el rostro confundido de Zhang Zhi, y lo miró con una sonrisa tonta en su cara, pensando que finalmente había recuperado un poco de su imagen ante Zhang Zhi.

Cuando llegaron al hospital, Qin Chi le pidió a Zhang Zhi que encontrara un lugar para sentarse mientras él hacía la fila para registrarse.

Aunque faltaban tres días para el apocalipsis, nadie sabía si alguien a su lado ya se había convertido en un zombi.

Qin Chi miraba ocasionalmente hacia el lado de Zhang Zhi para asegurarse de que estuviera sentado bien, y solo entonces se sentía un poco más tranquilo.

Sería mejor hacerle otro examen de cuerpo completo a Zhang Zhi lo antes posible y luego dejar la ciudad de Luo. De cualquier manera, esta ciudad densamente poblada era demasiado peligrosa.

Por alguna razón, había claramente más pacientes en el hospital de lo habitual.

Algunas personas se sentaban apáticas en las sillas, con los ojos vacíos y sin vida, muy similares a las criaturas que Qin Chi temía.

Qin Chi estaba muy preocupado por esto y llevó a Zhang Zhi a hacerse el examen lo más rápido posible. Durante todo el proceso, Qin Chi lo abrazó cuidadosamente para evitar que cualquier extraño se le acercara.