Pequeño lobo arrepentido.

40. Huyendo de la escuela.

Todos pensaron que el asunto de los zombies había llegado a su fin y podrían disfrutar de un breve respiro, pero en medio de la noche, un agudo sonido de alarma despertó a todos de su sueño.

Los otros tres compañeros de cuarto de Qin Chi y Zhang Zhi se levantaron rápidamente de la cama, agarraron sus armas y salieron corriendo.

Qin Chi y Zhang Zhi también se levantaron, se vistieron con sus trajes tácticos y escondieron sus pistolas y cuchillos detrás de ellos.

La lluvia torrencial había cesado y la luna brillaba clara en el cielo.

Bajo la luz de la luna, los zombies se acercaban alrededor de la escuela, inclinando sus cuerpos.

Hermano Tigre, quien solo llevaba puesta una bata de flores, miraba a través de un telescopio hacia la distancia. Al ver que los zombies se acercaban desde todas las direcciones, también se enfadó, "Maldita sea, ¿por qué todos estos malditos están corriendo hacia la escuela?"

En un estado de extrema conmoción y miedo, nadie decía nada, pero Qin Chi entendió que probablemente ya no quedaba nadie vivo en esta área, por lo que los zombies eran atraídos hacia ellos, los pocos supervivientes que quedaban, y se dirigían a la escuela.

Hermano Tigre probablemente recibió la noticia mientras estaba ocupado en "asuntos" con los omegas que había capturado durante el día, y salió corriendo de su habitación de forma urgente.

Su actividad sexual se vio interrumpida y su estado de ánimo no era bueno. El fuerte y penetrante olor a sangre y feromonas alfa se dispersaban en el aire, impactando incluso a los alfas presentes.

Zhang Zhi se encontraba protegido por las feromonas liberadas por Qin Chi y no se vio afectado. Sacó el telescopio que tenían y lo observó un rato antes de decir: "Son alrededor de ochenta".

Sin dudarlo ni un momento, Qin Chi respondió: "No es mucho. Los zombies se mueven lentamente ahora. Mientras tengamos armas, podemos resolverlo si nos mantenemos en la pared de protección y disparamos".

Al ver tanta confianza en él, Zhang Zhi no pudo evitar reírse.

El playboy arrogante y presumido de antes de repente se volvió tan analítico en la evaluación de la situación que Zhang Zhi no sabía qué decir.

Sin embargo, en este mundo postapocalíptico lleno de peligros, Zhang Zhi se sentía extremadamente reconfortado al ver que Qin Chi se volvía tan confiable.

En la escuela, había más de treinta personas, pero aparte de las pistolas que Qin Chi y Zhang Zhi escondieron, solo había alrededor de diez armas de fuego en total, y solo aquellos en posiciones superiores como Hermano Tigre y hermano Leopardo tenían armas. El resto de las personas usaban tubos de acero o cuchillos.

De esos, contando a Zhang Zhi, quien parecía ser un beta más fuerte, solo la mitad podía participar en la pelea. La otra mitad consistía en omegas hermosos como Zhang Leyue, que estaban completamente controlados por los alfas, o betas débiles que se encargaban de las tareas logísticas.

Para lidiar con unos ochenta zombies con solo una docena de personas, tenían que aprovechar al máximo las armas y el terreno. No podían quedarse en la escuela durante mucho tiempo, ya que el área circundante estaba en silencio y los zombies continuarían siendo atraídos hacia ellos.

Llegaría el día en que se quedarían sin municiones ni suministros.

La fuerte lluvia había cesado y, aunque había mucha agua estancada en el pavimento, todavía era posible conducir y salir de allí en un vehículo todoterreno.

Qin Chi planeaba aprovechar el caos para sacar su vehículo en secreto y unirse a Lao Yuan y los demás para abandonar ese lugar problemático junto con Zhang Zhi.