Amy Contra el Mundo

5

—¿Todo listo, Amy? —se quiso asegurar Rouge.

—De sobra —respondí con actitud chulesca.

—Pues muéstrame cómo viajar al pasado —me miró, muy emocionada.

Estábamos en la plaza de la señal giratoria. Mi amiga me había preguntado ya varias veces cómo se suponía que funcionaba la misma, y yo le había repetido otras mil que esperara a que pudiera demostrárselo.

Una vez que me preparé y me hice a la idea de que no volvería a mi tiempo en varios días le tome la mano a Rouge y le pedi que no me la soltara en ningún momento. Entonces, y sólo entonces, empezamos a girar alrededor de la señal, cada vez más rápido, y llegado cierto punto empezamos a viajar en el tiempo.

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Desgraciadamente, me había olvidado de avisar a mi amiga de que iba a marearse, por lo que cuando llegamos quedó tirada por los suelos, con sus cosas (las cuales estaban en una mochila, al igual que las mías) esparcidas alrededor de ella.

Estaba de nuevo en Collision Chaos. Ahora sólo quedaba esperar que Rouge se recuperara y descubrir dónde se encontraba mi yo del pasado.

Estuvimos aproximadamente veinte minutos esperando a que la vista se le acostumbrara a donde estábamos, exactamente el mismo tiempo que estuve yo recuperándome, y una vez ella se sintió con fuerzas para continuar, hicimos amago de salir corriendo en la misma dirección en la que vi al Sonic del pasado ir a salvar Little Planet. Lo habríamos hecho si no llega a ser porque Silver apareció en nuestras narices y se cayó de boca en el suelo.

—¡Silver! —exclamé al verlo— ¿Estás bien? ¡Sabía que vendrías!

—Estoy estupendamente... —murmuró, para luego gritarme—. ¿¡Cómo que sabías que vendría!? ¿¡Tú sabes lo mal que lo he pasado cuando he visto que no estabais por ningún lado!?

—Bueno, pero ahora nos has encontrado justo como pensábamos —Rouge se sentía bien de que nuestra premonición se hubiera cumplido—. ¡Familia unida nunca es vencida! No sé que habríamos hecho si no hubieras aparecido.

—¿¡Me podéis explicar qué hacéis aquí!? —volvió a gritarnos—. ¡Recordé deciros que era muy peligroso!

Rouge y yo quedamos en silencio, y sin decir nada, salimos corriendo despavoridas. Sabíamos que si le contábamos nuestro plan a Silver iba a obligarnos a regresar. Debíamos meternos en plena lucha con Eggman para que nuestro amigo nos ayudara, salvarme sin que Silver se diera cuenta, y entonces y sólo entonces contarle la razón de nuestra aventura.

—¡Lo sentimos, Silver! —exclamé mientras corríamos—. ¡Te lo explicaremos en su momento!

Silver había echado a correr tras nosotras, e incluso activó sus poderes telequinéticos para volar e ir más rápido, pero algo que Silver no sabe es que mi velocidad puede que no sea como la de Sonic, pero estoy a la par de Tails y Shadow. Además, Rouge también vuela, lo que impide que Silver pudiera alcanzarnos con facilidad.

Pasamos instantáneamente varios lugares, y finalmente acabamos en un sitio llamado Stardust Speedway, según una señal que lo indicaba. Corrimos lo más rápido posible. Aquello estaba desierto debido a que Sonic nos había librado de todos los enemigos que pudiera haber, al igual que en los lugares anteriores por los que habíamos corrido.