9

126 13 4
                                    

Decidimos que plantariamos el huevo en un punto cercano tanto de una señal giratoria como del ancla que conectaba Little Planet y Green Hill, para poder viajar entre ambos fácilmente. Había un sitio perfecto bajo unos árboles donde había varias piedras planas donde poder sentarse a charlar entre sí.

La pequeña Amy y Tails estaban jugando a pillarse mientras nosotros manteníamos una conversación.

—He pensado que podríamos ir al presente, a ver cuánto ha cambiado todo —les sugerí a mis compañeros.

—Me parece bastante bien, pero ahora que tenemos que cuidar de dos chiquillos alguien tendrá que cuidarlos —razonó Silver.

—Yo me quedaré —se ofreció Rouge—. La última vez que fuimos al presente me encontré con este energúmeno, no me gustaría tener que lidiar con otras personas que me puedan malinterpretar.

Claramente se refería a Knuckles, quien estaba algo más tranquilo. Se notaba que estaba mucho más cómodo en este mundo donde no era constantemente juzgado por ser amigo de Sonic.

A todos nos pareció bien así que Silver, Knuckles y yo caminamos hacia la señal más cercana, que estaba a tres minutos caminando a paso normal.

🩷🤍❤️🩷🤍❤️🩷🤍❤️🩷🤍❤️

Aterrizamos en el presente, Knuckles había conseguido no marearse. Miramos a nuestro alrededor y todo parecía normal, como si nunca hubiéramos viajado al pasado desde un primer momento.

Mire a Silver y asintió, como si me estuviera dando permiso para andar.

Caminamos en dirección al taller de Tails, esperando que estuvieran allí tanto él como Sonic. Llamamos a la puerta y aquella chica que encontramos en el presente la última vez, Lashes, les abrió.

—¡Chicos! —nos saludó—. ¿Dónde estabais? Lleváis una semana desaparecidos.

—¿L-lashes? —aquella fue la chica que estaba teniendo una cita con Sonic cuando había estatuas de mí por todo el pueblo. Crucé los dedos porque no estuvieran juntos de nuevo—. ¿Sabes dónde están Sonic y Tails?

—Ah... Sonic... —murmuró ella, algo triste—. Sí, está dentro con Tails.

—¿Estás bien? —le pregunté, preocupada por su aparente tristeza.

—¿Puedo hablar contigo, Ames? —me extrañó que me llamara así. Sólo mis mejores amigos lo hacen, Silver, Rouge... y Sonic.

—Claro, por supuesto —no quería rechazarla, suponía que era algo importante, aunque aquello tendría que esperar—, pero dame un momento, tenemos que ir a hablar con Sonic y Tails.

Ella asintió, resignada, y nosotros tres entramos en el taller.

—Esa es la chica que nos cruzamos en el presente de Knuckles, ¿cierto? —me preguntó Silver.

—Sí, es ella, pero no sé de dónde ha salido —musité—. No la he visto jamás en nuestro mundo, pero al parecer tiene una relación cercana con Sonic.

—Claro que es cercana, es su novia —espetó Knuckles, mirándonos con desdén—. Ah claro, Amy, estabas tan ocupada bebiendo de su fama que no tenías tiempo de saber de su vida.

—¡Cállate, Knuckles! —le peleé, estábamos a punto de entrar en el salón, donde estaban nuestros amigos y podrían escucharnos.

Nos asomamos y saludamos. Sonic se quedó helado al vernos, o mejor dicho... ¿al verme?

Amy Contra el MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora