Amy Contra el Mundo

11

—¡Soy Sonic! ¡Sonic the Hedgehog! —se presentó a gritos y de forma teatrera, tal y como un niño de su edad haría—. Y soy el erizo más veloz de toda Green Hill, y también lo sería si esa chica rosa que está durmiendo no hubiera aparecido.

—Amy —corrigió Silver—. Bien Sonic, ¿porqué la estás buscando?

—¡Porque nadie es más rápido que yo! —puso una expresión de mala uva—. Y quien se atreva a serlo deberá correr contra mí.

Aquello me sonaba a tontería, yo no era más rápida que Sonic ni de coña.

—¿Porqué dices que es más rápida que tú, Sonic? —le pregunté con curiosidad—. Si dices que no has competido contra ella no puedes saberlo.

—¡Porque derrotó a Eggman antes de que yo pudiera! —respondió dando un salto y en posición de ataque—. Sólo se me ocurre que fuera rápida.

—¿Y no has pensado que simplemente estuviera por allí cerca? —quiso hacerle creer Rouge. Sonic claramente nos había visto a ella y a mí derrotándolo, no a la pequeña Amy, quien había sido secuestrada por él.

Sonic calló ante aquello. ¿Era posible que no se hubiera parado a pensar aquello?

—Sólo hay una manera de descubrirlo... —murmuró—. ¡Retándola a una carrera! Si es más rápida me ganó por eso, y si no entonces sólo fue alguien que pasaba por allí.

Rouge y yo nos echamos las manos a la cara, masajeando el puente de nuestra nariz. No había manera de que el erizo cambiara de parecer.

Hablando de la reina de Roma, Amy se había despertado y había escuchado todo lo que hablábamos.

—Yo no soy más rápida que tú —negó ella, con voz bajita—. No voy a echar una carrera, odio correr.

Ay Amy... si tan sólo supieras lo mucho que yo deseaba correr junto a él, Tails y Knuckles no dirías eso.

—¡Sí la echarás! —la retó el erizo.

—¡No lo haré!

—¡Basta! —se interpuso Tails—. Chico, no obligues a Amy a hacer algo que ella no quiera. Si no te gusta coges y te vas.

Sonic volvió a quedar callado. Eran dos contra uno, sabía que si quería competir contra Amy debía ser de otra forma, y sin que ella lo supiese.

—Está bien, no voy a obligarla —eso decía él, pero su mirada desvelaba que ya estaba tramando un plan—. ¿Quienes sois, entonces?

—No te diré mi nombre, erizo tonto —se burló la pequeña, a lo que Sonic le sacó la lengua.

—Me llamo Miles Prower —se presentó Tails.

—¿Porqué tienes dos colas? —metió el dedo en la llaga.

—Nací así —respondió, con expresión adolorida—. ¿Porqué eres tan impertinente?

Toma, justo donde duele. Lo último que nos esperábamos era que Tails le hablara de esa forma a Sonic, su relación había cambiado, pero algo me decía que se harían amigos igualmente.

Sonic no dijo nada y se fue corriendo.

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[Narra Knuckles]

Me había separado del grupo durante un momento para pensar.

Amy había traído a Lashes con nosotros pese a no conocerla, como ella aseguraba, y Sally no reconocía a Rouge. Todo era extraño, mi cabeza daba vueltas y lo último que me había dicho Amy antes de irse dramáticamente me rondaba en la mente constantemente.

—Estoy gafado —susurré a la nada—, ¿intento defender a mis mejores amigos de dos arpías y la vida me lo paga así?

—Eres un imbécil, Knuckles —me insultó una voz de mujer desconocida, miré a mi alrededor pero no vi nada.

—¿Quién eres? ¡Aparece de una vez! —exigí, pero nadie aparecía.

—Os creéis muy listos tratando de cambiar el presente desde el pasado —quería sonar burlona, pero su seriedad lo impedía—. Estáis siendo egoístas, ¿lo ves ético?

—No tengo ni idea de qué significa esa palabra —no, enserio, no la tenía—. ¡Sólo quiero que Sonic sea el bueno e irme de aquí!

—Si quieres eso vas a tener que colaborar con todos hasta crear un mundo que os plazca en conjunto —me sermoneó, odié eso—. Más te vale disculparte con los chicos o te traeré conmigo... a un sitio en el que Sonic ni si quiera existe.

—¡Sonic me da igual! —exclamé—. Mientras Amy no le haya robado la fama todo estará bien, ¡por su culpa Angel Island cayó!

Hubo un silencio. Aquella voz desconocía de mis verdaderas intenciones, al igual que el resto de mis amigos.

—Continúa —me invitó a seguir con mi discurso.

—Sonic... estaba a punto de salvarme, de salvar Angel Island. ¡Pero Eggman se negó a luchar contra él! Todo porque no era Amy Rose, quien había frustrado realmente sus anteriores planes en Little Planet, ¡él había estado corrompiendo mi hogar para alertar a Amy y capturarla! Pero cuando fue Sonic a enfrentarse a él desactivó a todos sus robots y lo encerró en una habitación blindada, de la cual no pudo salir y robó la Esmeralda Maestra mientras me tenía engañado, puesto que odiaba que hubiera venido él y no Rose—hice una pausa. Era la primera vez que verbalizaba todo lo que sentía y me estaba costando respirar—. Mi isla está hundida en el mar, ¡y cuando volvimos al presente todos quisieron ayudar a Eggman cuando hizo amago de matarse! ¡Al hombre quien había eliminado mi única razón para vivir!

—Knuckles, ¿aún no eres consciente de que vienes de un presente ya inexistente? —aquellas palabras me pegaron duro—. Todo aquello que odiabas ya no está, y la única manera que tienes de crear algo mejor es colaborando, así que vete ahora y ayuda a tus nuevos amigos. Discúlpate y demuéstrales que puedes ser algo más que un cabezón sin sentimientos, eso hará que te tengan en cuenta.

Miré hacia abajo. La voz se calló y no respondí a nada de lo que me dijo, me negaba a darle la razón en voz alta, pero dentro de mí acepté que tenía que cambiar o me quedaría para siempre atrapado en el pasado.

Mientras pensaba en todo aquello, un remolino azul quiso pasar por mi lado, pero yo conocía su patrón de movimiento, y con una sola mano lo paré.

—Sonic —lo llamé, aún sabiendo que aún no nos habíamos conocido en su tiempo.

—¿Quién eres? —no dije nada.

Lo cogí de un puñado y me lo llevé en dirección a donde había dejado a mis amigos, sin saber que él venía de ahí.

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Capítulo corto pero es que siento que se me están alargando mucho los caps y tampoco quiero que sea muy denso, así que dejo este capítulo hasta aquí más o menos tan largo como el primer capítulo de todos.

Baibai abrazos y besos :>>