Amy Contra el Mundo

10

[Narra Silver]

—¡Menudo borrico eres! —regañé a Knuckles—. Te dimos un voto de confianza, ¿y tú lo pagas así? ¿Y se puede saber qué le dijiste a Rouge?

Knuckles no se atrevía a alzar la mirada. Sus ojos estaban clavados en el suelo y tenía una expresión apretada.

De pronto, la puerta se abrió de par en par.

—¡Chicos! —era Sally. Parecía nerviosa—. ¡Es Eggman!

—¡Genial! —exclamó Sonic, sarcástico—. Estamos en plena crisis, ¿no podía atacar en otro momento?

—No está atacando —negó ella entonces—. ¡Está intentando suicidarse!

Entonces Sonic y Tails abrieron los ojos como platos y salieron corriendo a la puerta.

—¿¡Dónde!? —preguntaron a la vez.

—En la playa —les respondió.

Entonces Tails alzó el vuelo y cogió a Sonic de los brazos para llevárselo volando en dirección que Sally había dicho.

Yo mientras fui a buscar a Amy. Teníamos que volver al pasado para poder evitar que Eggman tratara de suicidarse. Quise correr hacia la plaza, suponiendo que se encontraba allí, pero Sally me paró.

—¿Dónde vas? ¡Es en dirección contraria!

—Lo ayudaré a mi manera —contesté, rezando por que no hiciera más preguntas.

—¿Yéndote? No lo permitiré, ¡necesita ayuda! —claramente no lo entendía, ¿porqué iba a entenderlo? Quizás debiera enseñárselo por mi propia mano...

—Ven conmigo y lo entenderás —crucé los dedos, deseando que me hiciera caso sin hacer más preguntas.

—Lo haré confiando en que eres de fiar —aceptó finalmente—. Pero que no me entere yo que lo haces para que Eggman muera.

Asentí y no dije nada más. Llamé a Knuckles que seguía dentro y fuimos a la plaza de la señal giratoria corriendo. Allí se encontraban la eriza roja y Amy, quien apartó la mirada al ver al equidna.

—¡Ames! —la llamé—. No puedo explicártelo, tenemos que irnos ya.

—Está bien, ¡Lashes vendrá con nosotros, Silver! —aquello me sorprendió, pero no había tiempo de discutir.

—¡Corred! ¡Sally, Lashes, cuidado porque os marearéis!—avisé entonces. Todos corrimos alrededor de la señal hasta que esta nos hizo viajar al pasado.

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[Narra Amy]

Me había mareado. Me costaba mucho mirar a mi alrededor y sentía ganas de vomitar. ¿Cómo podía estar mareada después de tantos viajes? En mi corazón había muchísimos sentimientos conflictivos: mi discusión con Knuckles, la confesión de Lashes... quizás tantas cosas me habían impedido concentrarme en mantenerme serena durante el viaje en el tiempo.

—¡Amy, Silver, Knuckles! —nos saludó Rouge al vernos—. ¿Sally y... esta chica que desconozco...?

—Ella es Lashes —la presentó por mí Silver, cosa que agradecí debido a mi estado—. No sé porqué ha venido con nosotros, pero Amy nos lo contará cuando se recupere.