Ágape: concepto griego que expresa la forma más pura del amor. Es un amor que tiene como prioridad el bienestar de los demás, es decir, supone aceptar al otro indistintamente de sus imperfecciones.
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Elara Ortiz no...
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Los rayos de finales de junio impactan en mi piel mientras tomo el sol desde el barco que hemos alquilado esta tarde.
Llevamos viniendo de vacaciones a Ibiza por lo menos dos semanas en el mes de junio desde que Víctor cumplió los dieciocho. Antes solíamos venir con nuestros padres, pero se divorciaron hace ya seis años y nuestra vida cambió por completo. Aunque ese es otro tema aparte...
Ahora que mi hermano tiene veintiuno y yo voy a cumplir los diecinueve dentro de pocos meses llevamos varios veranos haciendo las vacaciones por nuestra propia cuenta. Al fin y al cabo Víctor es mi vida entera, ya que si no fuera por él yo habría caído en depresión y no hubiera salido adelante.
El divorcio de mis padres había sido duro, demasiado duro, y a día de hoy aún quedaban ciertas espinas en el fondo de mi corazón. Victor se había comido la parte más gorda para que yo no lo sufriera, ya que cuando pasó todo yo tan sólo tenía trece años y él acaba de cumplir los quince. Los dos primeros años fueron una putada muy grande llenos de juicios, cambios de custodia, gritos, peleas y demás. Los próximos años la cosa se fue relajando un poco hasta que mi hermano cumplió la mayoría de edad y empezó a adaptarse a la custodia compartida que seguía teniendo yo. Yo había terminado el bachillerato ya, había hecho Selectividad y me había metido a hacer Derecho en la universidad de Barcelona, que era donde vivíamos desde que nacimos.
Un año después ambos ya no teníamos custodia e íbamos bastante a nuestra bola. Victor se había comprado hace dos años una casa a las afueras de Barcelona en una zona tranquila y yo había empezado a vivir con él hace un año al empezar la universidad. Visitábamos a nuestros padres cada semana dividiéndonos para verlos, cuando alguno de los dos no estaba hasta arriba de trabajo y podían concedernos un rato de su tiempo libre, nótese el sarcasmo.
En resumen, este último año no tenia queja. Viviendo con mi hermano estaba demasiado bien y no tengo pensado volver a preocuparme de las mierdas de mis padres, ya que bastante había soportado años atras.
Ahora me tocaba a mí vivir mi vida y disfrutarla como sé que lo tengo merecido...
—Eli, te vas a quemar.—me saca de mis pensamientos mi mejor amiga Paola mientras me sacude ligeramente para que abra los ojos. —¿Te has echado crema?
—Sí...—respondo suspirando mientras me incorporo ligeramente poniéndome las gafas de sol en la cabeza. —Ya pareces mi hermano recordándome las cosas.
—No rajes de mi, que te escucho.—Víctor me habla desde el agua cristalina haciéndome soltar una risa.
Nos hemos venido los tres de vacaciones dos semanas a Ibiza tras haber sacado el primer año de carrera limpio por completo y con muy buena media.
