Ágape: concepto griego que expresa la forma más pura del amor. Es un amor que tiene como prioridad el bienestar de los demás, es decir, supone aceptar al otro indistintamente de sus imperfecciones.
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Elara Ortiz no...
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Estamos ya a principios de noviembre y el tiempo empieza a refrescar. Salgo de casa colocándome la chaqueta y cogiendo el bolso de la uni mientras bajo las escaleras hacia el garaje. Sonrío al ver un mensaje de Pablo diciéndome buenos días como siempre y le respondo igual que todas las mañanas diciéndole que me voy para la uni ya.
Llevamos unas semanas muy tranquilas, volvimos de Sevilla y nuestra relación siguió como siempre. Discutimos de vez en cuando por alguna tontería ya que ambos somos muy cabezones y tenemos el mismo carácter pero poco a poco hemos estado aprendiendo a contarnos las cosas y nadar juntos hacia una misma dirección, supongo que por eso nuestra relación va tan bien. Llevamos tres meses saliendo pero casi cinco conociéndonos en verdad, desde que estoy con él he descubierto lo que es estar enamorada, porque sí, estoy completa y absolutamente enamorada de Gavi.
Arranco mi coche para poner rumbo hacia la universidad, estamos a mitades de semana y ya estoy deseando que se termine el primer cuatrimestre, aunque aún estemos a la mitad.
Me suena el móvil y cuando veo el nombre de "Mamá" en la pantalla me extraño bastante ya que últimamente no me suele ni llamar. Desde la última vez que discutimos había decidido tomar un poco de distancia, estuve semanas sin ir a su casa y sin hablar con ella, aunque con esta mujer es imposible coger distancia por mucho tiempo y me había arrastrado hacia ella como si no hubiera pasado nada después de unas cuantas semanas sin saber de ella. Nuestra relación madre-hija es tóxica, pero soy incapaz de cortar de raíz y al final siempre acabo volviendo a ella a pesar de lo mal que me trata siempre.
—Hola mamá.—respondo por el manos libres. —¿Pasó algo para que me llames tan temprano?
—Buenos días, Ela.—me responde bastante formal. —No, solo quería saber cómo estabas, ¿te apetece venir a comer hoy?
—Bueno, no lo sé... Salgo de la universidad tarde y luego seguramente haga planes con Gavi cuando él salga de entrenar, que hace ya bastantes días que no nos vemos.—le doy largas ya que realmente no me apetece.
—Es lo que te iba a decir, si queréis venir los dos y así lo conozco, que ya va siendo hora de que tú madre conozca a tu novio.—me dice haciendo que abra los ojos. —¿Qué te parece?
—Bueno, tendría que consultarlo con él... Luego si eso te digo a ver cuando lo hablemos.—le digo haciendo una mueca.
—Genial cariño, si es que ya estoy deseando verte que me tienes aquí abandonada...—se hace la víctima. —¿Qué estás yendo a la universidad tan temprano?
