Capítulo 20

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elara ortiz:

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—Madre mía, este niño siempre roncando.—dice Belén soltando una risa mientras se levanta del asiento del avión que está a nuestro lado. —Pablo, despierta que ya hemos aterrizado.

Me río mientras me desabrocho el cinturón y quito el modo avión del móvil cuando el avión empieza a pararse para desembarcar. Pablo lleva sobado todo el vuelo roncando en mi hombro mientras yo me he terminado otro capítulo más de The Good Doctor. El pobre está nervioso por el partido de hoy y casi no ha dormido esta última noche entre hacer las maletas y demás para el finde.

—Venga bebé, espabila que tenemos que bajar.—le digo acariciandole el pelo con suavidad antes de dejar un suave beso en su cabeza.

—Joder, qué pereza...—se queja abriendo los ojos mientras se los frota con sus manos desperezándose. —Y yo no ronco...—le responde a su madré cabreado haciendo que todos nos descojonemos de la risa.

—No que va, y yo soy rubia.—le respondo yo con sarcasmo mientras me río y me levanto del asiento. —Venga, mueve el culo y levántate que tengo el culo cuadrado de estar tanto tiempo sentada.

Él suspira antes de levantarse a duras penas para dejarme pasar hacia el pasillo.
Hemos volado en un avión privado ya que no había sitios libres para todos en una aerolínea normal. El avión es para diez personas y nosotros somos seis, así que nos viene de lujo y ha sido una experiencia nueva.

Mis suegros bajan del avión agradeciéndoles a las azafatas y Pablo espera por mi en el pasillo con la capucha puesta y su cara de recién levantado que me provoca demasiada ternura. Me ha bajado ya la maleta del compartimento y yo me coloco el bolso antes de mirar hacia él con una sonrisa en el rostro.

—Gracias amor.—le digo cogiendo mi maleta para poder salir.

—Te la llevo yo, no te preocupes.—me dice antes de cogerme de la mano entrelazando nuestros dedos para empezar a caminar por el pasillo para bajar del avión. —¿Has dormido algo?

—Que va, me he estado viendo una serie mientras tú dormías.—le respondo acariciando su mano. —Pero bueno la verdad es que se me ha hecho corto el viaje.

—Perdón por dormirme vida, pero estaba reventado y al hoy jugar quiero estar algo más descansado.—me dice besando mi cabeza mientras me deja salir a mi primero del avión.

—No me pidas perdón por eso, que tienes que estar descansado para el partido de hoy.—le respondo para que se esté tranquilo. —Ay, ya estamos aquí...—le digo emocionada mientras doy unos saltitos haciendo que él se ría.

ÁGAPE ; pablo gavi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora