Capítulo 2

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pablo gavi:

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Salgo del baño mientras tecleo en la pantalla del móvil respondiéndole a mi hermana. La mujer no se deja de preocupar de que no me pase bebiendo ni estando a kilómetros y ella también de fiesta. Ella está en Sevilla con mis padres ya que aprovecharon ya para quedarse cuando fuimos de visita tras haber ganado la Liga de Naciones con la Selección.

Nosotros llegamos a Ibiza hace dos dias y nos quedamos toda la semana aquí, aunque luego tenemos pensado irnos unos días al Puerto de Santa María y el resto de las vacaciones pasarlas en Sevilla hasta por lo menos mitades de julio, que es cuando volvemos a los entrenamientos con el Barça para la pretemporada y la gira por Estados Unidos.

Suspiro cansado diciéndole que no se preocupe, que me toca a mi llevar el coche de vuelta al apartamento ya que estoy siendo el único de todos que no está bebiendo alcohol hoy.

No me doy cuenta ya que voy distraído mirando el móvil cuando choco con un cuerpo más pequeño que el mío. Levanto la cabeza del móvil y me doy cuenta que me he chocado con una chica y le he tirado todo el vaso con su bebida encima del vestido.

Joder macho, es que más despistado no puedes ser Pablo...

No puedo evitar fijarme en ella que suelta un sonido de sorpresa al notar como se le ha derramado todo por encima del vestido naranja que lleva.

Es morena, pelo liso, piel ligeramente tostada a causa del sol y debe medir apenas un metro sesenta ya que le llevo un cacho bastante grande de altura.
Ahora que la veo de cerca me doy cuenta de que la he visto a principios de noche en la pista pasando por delante de nosotros y ya me había llamado la atención, pero ahora que la veo más de cerca me doy cuenta de que es aún más guapa de lo que me había imaginado de lejos.

Me voy a disculpar cuando es ella la que habla primero con tono bastante cabreado.

—¡Me cago en ti, gilipollas de mierda. Me has vaciado el cubata por encima, joder!—me grita cabreada causando sorpresa en mi ya que no me esperaba esta reacción tan brusca.

Hostias, tiene carácter la niña...

Sube la mirada hacia mi rostro y puedo ver como su cara cambia el completo al verme. No sé si me ha reconocido y está sorprendida por ello o por otra cosa completamente ajena pero yo lo único que puedo pensar son en esos ojos que me han atrapado nada más se han cruzado con los míos.

Los tiene ligeramente verdes con un toque amielado, pero lo que más me sorprende es ver que mitad de su iris derecho es de color marrón oscuro. Tiene heterocromia y yo juro que no he visto unos ojos tan bonitos en toda mi puta vida.

ÁGAPE ; pablo gavi. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora