Capítulo 1

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Luz Romana Lasierra, esa soy yo. Vivo con mis padres Javi y Silvia, y con mi hermano Jon. La parte de la familia de mi madre es dueña de un hotel llamado Hotel Lasierra, al cual le acaban de otorgar la cuarta estrella. Algo, que es muy importante para nosotros, pero principalmente para mí por el hecho del reconocimiento que puede darle al restaurante del hotel. Ah, ¿No os lo había dicho? Trabajo en este restaurante como cocinera, y aunque podáis pensarlo, no soy una enchufada. Aunque no haya estudiado ni trabajado en los mejores sitios, me he ganado mi puesto a pulso con mucho esfuerzo y dedicación.

La verdad es, que estoy muy cómoda actualmente con mi vida, ya que tengo todo lo que cualquier chica de 22 años podría desear: una familia que le quiere, un trabajo que le encanta, y algún que otro amorío por ahí. A mí no me gustan las relaciones serias, no he tenido nunca ninguna, ni tengo ganas. Pero bueno, con Paolo tampoco se está tan mal. Él es uno de mis compañeros en el restaurante, podría decir que es la persona con la cual más confianza tengo actualmente, aunque llevamos en secreto lo nuestro por motivos obvios. Los motivos: no estaría bien visto que dos cocineros de un restaurante estén enrollados. Además, no sé cómo podría tomárselo mi madre ya que se encarga del hotel y se preocupa mucho por la imagen que damos tanto en él como en el restaurante. También está mi padre, el cual es sargento de la Guardia Civil y siempre se ha preocupado mucho por mí y a veces puede ser un poco intenso, supongo que lo habré sacado de él. Tampoco quiero que se piensen lo que no es, porque al fin y al cabo solo nos acostamos de vez en cuando, nada más. Aunque a Paolo le gustaría dar el siguiente paso, a mí es algo que me aterra, para qué mentir.

- Oye Luz, ¿nos vemos esta noche después del turno? – dice Paolo con voz seductora.

- Paolo, cuando acabemos el turno solo voy a tener ganas de meterme en la cama... estoy destrozada, Pepe nos tiene hasta arriba de trabajo, y no hace nada más que mandarnos cosas.

- Por eso, podemos meternos en la cama, juntitos... – dice acercándose peligrosamente a mí.

- Ay Paolo, que no, que quiero descansar. – digo un poco harta de sus insistencias.

- Vale, vale. Vaya humos...

- Perdóname Paolo, es que últimamente estoy muy tensa con el tema de mi abuelo.

- Sabes que puedes contarme lo que sea, ¿no? Al fin y al cabo, somos amigos, bueno, un poco más que eso, pero tú ya me entiendes. – dice guiñando un ojo para hacerme reír.

- Lo sé Paolo, pero no me apetece nada hablar del tema.

- Si necesitas cualquier cosa, me dices. – dice antes de darme un beso en la cabeza y marcharse para seguir con el maridaje que teníamos que hacer para uno de los platos del menú de hoy.

- ¿Cómo va ese maridaje? Espero que esté todo listo para dentro de nada, que tenemos muchas reservas. – dice Pepe, nuestro jefe de cocina.

- Si chef, todo en orden. – contesto mostrando más ganas de las que realmente tengo.

Bueno, no os he contado nada sobre lo de mi abuelo. Pero tiene telita... Él es el dueño principal del hotel, un hombre de éxito en los negocios, se podría decir. Una persona que puede tener una vida de ensueño... Pero no, porque ha decidido hacernos la vida imposible con sus malas decisiones. Nos acabamos de enterar, de que tiene una hija secreta, así que tengo una nueva tía y prima. Este hecho no me disgusta, porque cuanto más seamos mejor, pero mi madre lo está pasando muy mal y yo sufro mucho viéndola cada día. Además, las cosas entre mis padres llevan un tiempo un poco mal, lo cual no mejora la situación para nada. Y a todo esto, para rematar (nunca mejor dicho), nos hemos enterado de todo este drama después de su muerte hace un par de semanas. ¿No querías caldo? ¡Pues toma dos tazas!

Éxtasis #LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora