Capítulo 18

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Punto de vista de Luz

Todo era una mierda. Esa era la definición de mi vida actualmente. Que sí, que me iría muy bien en el ámbito profesional, pero en el personal... no es que estuviera pasando mi mejor momento, para qué mentir. Llevaba un lío monumental con el tema de Ainhoa, y encima no tenía con quien hablar del tema. La única persona a la que podía considerar mi mejor amigo era Paolo, y no es que estuviera el horno para bollos, justamente. Me había comportado como una imbécil con él y después de hacerle ilusiones, le había dejado. Hay quien puede pensar que soy una persona egoísta, pero prefería romper con él antes que engañarme a mí misma sobre lo que sentía realmente.

Tenía a mi familia apoyándome en todo, sí, pero tampoco tenía yo muy claro cómo se iban a tomar el hecho de que me gustara una chica. Nunca he visto ningún comentario negativo por su parte, pero tampoco creo que les hiciera especial ilusión, ya que mis padres siempre han sido los típicos de querer formar una familia, tener nietos... todo muy heteronormativo. Y si a eso le sumamos, lo caótica que era la vida de Ainhoa con todo el tema del alcoholismo y de su marido, no es que sonara a nuera perfecta.

Pero... yo tenía las cosas muy claras. Sabía que quería estar con ella, por muy caótica que fuera su vida, estaba dispuesta a transformar la mía en un caos si era necesario.

Pasé la mañana con mi tía Marta, la pobre quería ir de compras a mirar algún que otro modelito para la boda de una amiga, y cómo iba a negarme a acompañarla. Así, podía aprovechar para distraerme un poco y dejar de pensar en Ainhoa a todas horas, que me rondaba la cabeza desde que nos besamos. Además, la idea era ir a Coscojales, que, aunque no fuera un pueblo muy grande, al menos tenía algo más de tiendas que Vera. Pasamos allí gran parte de la mañana, hablando de temas banales, aunque centrándonos en la situación del hotel y del restaurante. Los números iban bastante bien, y desde que conseguimos la cuarta estrella, no hay ni un día tranquilo en el restaurante, lo cual es bastante positivo para la reputación de este.

También me estuvo contando que las cosas no le iban muy bien con Julio, el que era actualmente su novio. Es gracioso, ya que desde que tengo uso de razón, mi tía siempre ha estado con Andrés, su actual exmarido, y ahora tenía que acostumbrarme a verla con Julio, que encima era el ex de mi otra tía, Clara. En esta familia, no hay tiempo de aburrirse, siempre hay algún salseo en marcha. Mi familia solía ser la comidilla del pueblo, aunque con el tema este de mis tías... últimamente se hablaba más aún de nosotros.

Decidimos hacer una parada para comer antes de volver a Vera, ya que había un restaurante llamado Cocinando con tequila, al que solíamos ir hace años, a ambas nos encanta la comida mexicana, y ese es uno de los mejores restaurantes de la zona que cocina ese tipo de comida. Pedimos unos margaritas (el cocktail preferido de mi tía) y unos tacos, una combinación que había pasado a ser un clásico para nosotras. Mientras estábamos comiendo, mi tía decidió comenzar a acribillarme a preguntas, lo cual ya estaba esperando que pasara, ya que de ella es de quien he sacado el ser tan cotilla.

- Oye Luz, ¿y qué tal con la nueva jefa de cocina? Se llamaba... Ainhoa, ¿no? – mierda.

- Bien.

- Joder, qué expresiva ha salido mi sobrina – respondió con tono irónico.

- Es muy profesional y la verdad es que nos va mejor en la cocina desde que está ella, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que el puesto no debía de ser mío.

- Pues cualquiera lo diría, alegre te veo poco – tenía toda la razón, las cosas como son.

- He tenido días mejores.

- Ya sabes que puedes contarle cualquier cosa a tu tía, ¿eh? Qué tal con el chico este... ¿Paolo? – éramos pocos y parió la abuela.

- Paolo y yo... ya no estamos juntos – dije desviando la mirada.

Éxtasis #LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora