Capítulo 7

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Tenía asumido por completo el hecho de que Luz y Paolo estaban juntos, pero no sé por qué el haberlos visto anoche en la cocina, me puso de los nervios. ¿Acaso no tienen una casa donde hacer esas cosas? Puede que todo se le haya sumado a mi comportamiento en la cocina, ya que no estaba muy relajada precisamente. Pero bueno, era mi forma de ser. No es que me guste estar todo el día a la gresca con mis compañeros, pero el comportamiento de Luz no me lo estaba poniendo nada fácil. Hoy decidí ir completamente de buen rollo e intentar no tener problemas con los demás, que lo consiguiere, ya era otra cosa.

El servicio fue bastante bien, sin ningún inconveniente ni broncas dentro de cocina, así que todo en orden. Aun así, no podía quitarles la vista de encima a Luz y Paolo, aunque ya sabía que estaban juntos, cada vez se me hacía más evidente y no podía dejar de mirarlos. Ainhoa, córtate un poco porque al final van a pensar que les acosas o algo.

- Ainhoa, hemos pensado en ir hoy a tomar algo después del servicio, por si te quieres venir. – dijo Luz antes de acabar el servicio, intentando ir de buenas.

- Pues no sé, estoy un poco cansada. – dije intentando evitar el simple hecho de pensar en el alcohol.

- Va a ser un plan de tranquis, venga, únete, anda. – dijo queriendo animarme un poco.

- Está bien.

- Nos vemos en el Chelsea a las 19h. – dijo antes de marcharse a seguir terminando los postres.

La verdad sea dicha, no me apetecía una mierda ir a tomar algo, pero me había propuesto integrarme en el equipo para que todo fluyera más en el trabajo. Lo cual conllevaba sacrificios como estos. Aguanta Ainhoa, tú puedes. Eso sí, no iba a beber ni una gota ni alcohol, aunque al fin y al cabo iba a ser un plan de tranquis, ¿no? Después del servicio fui al hostal a darme una ducha fría ya que hacía un calor infernal en esta época del año en Vera y me dispuse a arreglarme. Escogí un vestido vaquero con la espalda al aire y unas sandalias negras con plataforma, me maquillé un poco de forma sencilla, usé mi perfume favorito: Good Girl de Carolina Herrera, y salí hacia el Chelsea.

Una vez llegué, lo primero que vi fue a Luz y Paolo pegados como lapas, empezaba bien la noche. Vi que todos estaban tomando cerveza, pero me resistí a la tentación y pedí una coca cola, nada de alcohol, pero bien de azúcar, di que sí. Me acerqué a ellos, que habían hecho un pequeño corro rodeando las mesas que estaban ocupando. Pude observar a Luz, Paolo, José Antonio, y tres de nuestros compañeros de cocina. Había un hueco que llevaba mi nombre, entre Luz y José Antonio, sitio perfecto.

- Hombre Ainhoa, al final te decidiste a venir. – dijo Paolo con una sonrisa.

- Pues al final sí, sí. – dije forzando un poco mis ganas por venir.

- ¿Y tomando una coca cola? Que mañana no hay servicio, chef. Enróllate un poco, ¿no?

- Prefiero no beber, me gusta estar fresca por las mañanas. – tras esa frase, vi a Luz mirándome directamente. Pensaría que con lo borracha que iba el otro día, me pegaba poco, la verdad.

- Y bueno, Ainhoa, ¿qué te trajo por Vera? – preguntó José Antonio.

- Pues Clara me llamó para ofrecerme el puesto y no me pude negar, la verdad. Ojalá y consigamos la quinta estrella, porque La Sierra se lo merece.

- Pero has trabajado en sitios muy top, ¿no? – dijo Luz esta vez.

- Sí, he estado en varios restaurantes importantes.

- ¿Y entonces por qué viniste aquí?

- ¿Y por qué no? – dije intentando quitarle hierro al asunto.

Éxtasis #LuznhoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora