Dos actores que luchan por su oportunidad de triunfar en el cine y conseguir la fama que tanto buscan.
Dos actores que han hecho una apuesta que podría resultar en darles todo lo que siempre han anhelado o quitarles tanto como han conseguido.
Dos ac...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
ㅤ
Un cordial saludo, Trafalgar Law.
Para mí sería un honor poder conocerlo y hablar con usted en persona.
Me alegra saber que compartimos ideales y que tiene un pensamiento tan abierto.
No estoy seguro de qué más adjuntar a esta carta o si esperaba una de respuesta pero siendo hoy martes, accedo a su petición de ir a comer algo con la única finalidad de entablar una conversación profesional.
Atte: Un admirador.
—
Ya habían pasado cinco días y finalmente era martes, no se había animado a mandar una respuesta, no sabía cómo hacerlo, de hecho ni siquiera estaba seguro de querer ir a esa cena, pero no podía perder la oportunidad de conocer a Trafalgar en persona por lo que dejó su carta de respuesta en su buzón.
Habían pasado demasiadas cosas en la última semana, por ejemplo; el hecho de salir corriendo huyendo de la policía, esa era una anécdota que contar, sin duda alguna, otro de los acontecimientos extraños era, tener una "cita" con un actor famoso, sumándole a eso que su mejor amigo estuviera prácticamente a punto de iniciar su vida en Hollywood, y la elección de Reagan, podría decirse que la semana había sido más movida de lo que esperaba.
Ahora se encontraba en dirección a la tienda de VHS, para él ya era tradición que siempre que dejaba una carta, alquilaba una cinta nueva, y regresaba la anterior.
Pero esta vez sus planes tuvieron otro rumbo cuando llegó a un puesto.
El titular del día era.
"¿Posible epidemia? Una nueva enfermedad que parte de raíces sodomistas"
Luffy observó el periódico, su cuerpo temblaba y sus manos igual.
— La ley de sodomía debería mantenerse — hablo un señor a su costado.
— Cada vez hay más maricas, ¿Verdad? Es una lastima. — le respondió el hombre que trabajaba en el puesto.
— Son mujercitas quejándose — afirmó el otro — deme uno de los periódicos, por favor, y también un paquete de tabaco.
La sociedad había avanzado tanto y ahora una nueva enfermedad se sumaba a los motivos para que les cerrarán la puerta a las personas homosexuales. Leyó atentamente el artículo donde se mencionaba que había un nuevo virus y que de este ya habían salido cinco pacientes, sin embargo, el virus no se transmitía por el aire ni por tacto, este se compartía por relaciones sexuales y transfusiones de sangre.